(El Mundo, noviembre 1 de 2018)
A menudo escuchamos a políticos y expertos de opinión pidiendo
en medios que se necesita una política pública para algo. Las palabras “política”
y “pública” por separado tienen una tradición ancestral. La política según la
Real Academia de la Lengua Española (RAE) tiene 12 posibles definiciones, en su
acepción política es “Arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los
Estados” o también “Actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos
público”. Lo público se define por oposición a lo privado. Y en lo que tiene
que ver con el estado la RAE lo define simplemente como “Perteneciente o
relativo al Estado o a otra Administración”.
El concepto “política pública” sin temor a equivocarme es
importado de la tradición académica anglosajona. De hecho la herramienta Ngram
de Google muestra que este concepto escasamente se usaba en libros en inglés, hasta
su auge entre 1960 y 1980. De hecho las primeras facultades llamadas
formalmente de “políticas públicas” nacen en los Estados Unidos después de la
gran depresión, por allá en 1930, con la idea de que se necesitaba un
entrenamiento formal en muchas disciplinas como estadística, leyes, economía,
sociología, evaluación, ciencias políticas, etcétera para ser un buen
funcionario de gobierno.
No existe una definición única de “política pública” pero la
más aceptada hoy en día tiene que ver con el conjunto de acciones, medidas
regulatorias, leyes y recursos presupuestales relacionados con un asunto o
problema público en particular.
Cuando uno mira juicioso algún problema público del país se
da cuenta que todos tienen su conjunto de acciones, medidas regulatorias, leyes
y demás. De hecho nos quejamos y con razón de que en Colombia hay normas muy
bonitas para todo pero que no se cumplen. Por esa misma razón creo que el
problema de Colombia no es que se necesiten políticas públicas, de hecho las
hay y muy buenas. Lo que se necesita es hacerlas cumplir. En Colombia el término
política pública esta abusado, en cambio el de implementación está a medio usar.