lunes, 17 de septiembre de 2018

Plata local, no nacional


El gobierno nacional afirma que el presupuesto esta desfinanciado en 25 billones de pesos. El sector salud dice que la deuda acumulada de las EPS con las IPS puede estar alrededor de los 10 billones de pesos. El programa mas exitoso de movilidad social llamado Ser Pilo Paga esta desfinanciado en 2 billones de pesos y por ende en peligro. La DIAN afirma que la meta de recaudo de impuestos del año no se cumplirá. Este panorama tiene un denominador común: los ingresos que recauda el nivel nacional de gobierno no alcanzan para sus compromisos de gasto.

Dos soluciones se han intentado, subir los ingresos (reformas tributarias) y ajustar los gastos. Las dos han dado resultados transitorios y luego han fracasado por su propio peso. ¿Por qué? Por una combinación muy extraña de captura técnica y política del Estado. La captura técnica se llama la Regla Fiscal. Los economistas mas juiciosos del país, lograron una ley de responsabilidad fiscal que le impone al Estado unas metas de reducción del déficit fiscal. ¿Para que? Para que no nos pase lo que le paso a Argentina en estos días, o a Venezuela en esta década. Mejor dicho para ser un país serio y creíble ante los ojos del mundo.

La captura política se denomina Sistema General de Participaciones, y demás reglas que hacen del gasto publico colombiano un archivo de Excel que asigna la plata con reglas inflexibles y no un conjunto de recursos para invertir de manera inteligente. Una plata que amparada en un concepto de descentralización que jamás consulto las capacidades institucionales de los municipios se va a manos de gente que no sabe ni entiende de administración publica.

Un estudio muy interesante del Banco de la Republica, sucursal Cartagena, publicado por el BID muestra que los municipios colombianos solo recaudan el 32% de su potencial. Para el año 2014 el recaudo potencial estimado fue de 31 billones de pesos (21,6  en municipios y 9.4 en departamentos).

Ahí esta la plata para cubrir los faltantes del gobierno nacional, esta en los gobiernos municipales y departamentales. El gobierno nacional debería crear incentivos para que las entidades territoriales incrementen de manera inteligente y eficiente la recaudación a nivel territorial, y le den prioridad a cazar a los elusores y evasores de impuestos nacionales. 

lunes, 3 de septiembre de 2018

Incapacitados


Las incapacidades laborales están disparadas. Según el informe de seguimiento sobre salud y estabilidad en el empleo del Centro de Estudios Sociales y Laborales CESLA de la vicepresidencia de asuntos jurídicos de la ANDI, la mayor parte de las ausencias en el ámbito laboral se dan por causas asociadas a enfermedad común. Según este informe entre el año 2015 y 2016 hubo un aumento 19.6% de incapacidades por este motivo, con una mayor participación de las incapacidades que van de 3 a 180 días.

Las incapacidades laborales están incluidas en el Sistema General de Seguridad Social colombiano como un beneficio de los trabajadores. El trabajador devenga un porcentaje del salario por el número de días que este incapacitado. Los primeros 2 días los cubre el empleador y los siguientes la EPS. Esto sucede sólo en el régimen contributivo, porque se asume que los afiliados al régimen subsidiado no están trabajando. En 2017 el gobierno asignó para este rubro dentro de las cuentas del sistema de salud, un total de 728 mil millones de pesos, y la plata no alcanzó.

Un cálculo del Centro PROESA muestra que las incapacidades prácticamente se doblaron en los últimos 10 años. Usando la Gran Encuesta Integrada de Hogares se encontró una tendencia creciente a que las personas falten al trabajo por razones de enfermedad, permiso o licencia, pasando de una tasa de 5,67 trabajadores por cada 1000 ocupados en el año 2008 a 9,18 trabajadores por cada mil ocupados en el año 2017, con un pico máximo en el año 2015 de 10,81 personas por cada mil ocupados.  

Hay muchas hipótesis sobre este fenómeno: una mayor carga de enfermedad, poca efectividad de programas de prevención y promoción de la salud, el ciclo epidemiológico de ciertas enfermedades (dengue y ciertos virus), comportamiento oportunista de las personas, y la existencia de un negocio a la manera de carteles de incapacidades.  

No existen estudios que nos ayuden a separar una a una las causas para ver qué tan importante es cada una de ellas, pero lo cierto es que la productividad del país se está viendo afectada seriamente por este fenómeno. Ojalá que las fuerzas judiciales del país le metan la ficha a estudiar si existen abusos y como controlarlos. Esta es otra arista de la corrupción en el país.