En el año 2001 se estrenó una película de
Hollywood llamada “Ocean´s eleven” que se tradujo como “Hagan Juego” para los
mercados latinoamericanos. La película se trataba de un carismático ladrón de
apellido Ocean que a pocos días de salir de la cárcel logró reunir los mejores
once hombres con el objetivo de hacer un robo histórico a un casino de la
ciudad de Las Vegas. Al final de la película Ocean, el estratega, consigue su
objetivo.
El presidente Santos es un hombre conocido por
ser extremadamente inteligente y estratégico. Así que cabe la posibilidad de
que todo lo que está pasando con la guerrilla colombiana sea la mejor jugada de
ajedrez jamás antes vista en Colombia. Hay elementos de la historia actual del
país que parecen un guion cinematográfico, y que van apareciendo en escena, al
parecer de manera no relacionada, pero que quizá luego entenderemos como parte
de un mismo plan.
Imaginemos que el objetivo final es que los
cabecillas de la guerrilla terminan pagando ante la justicia norteamericana los
crímenes que cometieron durante más de cincuenta años en Colombia. El plan
comienza con un largo proceso de negociación que desemboca en un acuerdo de paz,
cuya redacción parece garantizar a los guerrilleros que quedaran protegidos de
pagar cárcel y de pagar de manera seria por sus crímenes. De esta forma, aunque
con un tropiezo en las urnas (en toda película siempre hay cosas que no salen
al dedillo), los guerrilleros se desmovilizan, entregan las armas y entran a la
vida civil.
A la vez, unos meses antes de la firma del
acuerdo, el presidente Santos hace que quien fuera su mano derecha y su superministro
Néstor Humberto Martínez, quien defendió la paz a capa y espada sea nombrado
Fiscal General de la Nación. Que mejor que un defensor de la Paz en la cabeza
del ente acusador.
La jugada se empieza a develar cuando una vez
en la vida civil, tanto a los grandes como a los pequeños el gobierno les incumple
las promesas del acuerdo. Y se hace aún más clara cuando sin vacilaciones
infiltran a los capos de la guerrilla, y la fiscalía con ayuda del gobierno
norteamericano (o viceversa) descubren que uno de ellos sigue siendo parte de
las redes del narcotráfico.
Si caen más cabezas de guerrilleros y terminan extraditados y pagando cárcel en los Estados Unidos la jugada será simplemente maestra e histórica. Santos pasara de ser el presidente que se despida con la más baja aceptación a ser el héroe que desmovilizó a la guerrilla, dejo sentada la estrategia para que fueran extraditados por el siguiente gobierno y en el camino le regalo el segundo premio nobel a Colombia.
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