(El Mundo, abril 6 de 2017)
Estamos
en una época oscura, la llamada pos verdad o el anti intelectualismo. Y lo peor
es que la educación no nos va a sacar del atolladero.
Cuando
la opinión tergiversada reemplaza a los hechos y a la evidencia, entramos en la
época de la pos verdad. Esta comprobado que los seres humanos somos flojos
mentalmente, nos gusta gastar poca energía pensando, y por ello nos rendimos
ante las historias. Nos encantan los atajos que nos llevan directamente al
lugar que refuerza nuestras creencias. Esta es una época oscura, donde los
contadores de historias han progresado tanto que se salieron de las pantallas de
cine y televisión y se nos metieron en la democracia.
El expresidente
Obama decía en un discurso que “en la política y en la vida, la ignorancia no
es una virtud”. Muchos opinan sin saber de que están hablando. Eso, no es ser
franco, ni tampoco ser una persona que va en contra del establecimiento.
Realmente es ignorancia. La ironía es que en ningún momento de la humanidad se
han tenido mejores datos, mejores científicos, mas cursos en línea y más
información que los que se tienen hoy. Y sin embargo el anti intelectualismo
esta ganando la batalla.
En
ningún momento de la humanidad hemos avanzado tanto en educación, al menos si
se mide por el número de años que la gente pasa en las aulas de clase. Y sin
embargo, toda esta escolaridad no nos esta sirviendo para discernir los hechos
y las verdades en las historias que nos cuentan. Es posible entonces que sea
una falla misma del sistema educativo, tan concentrado en que memoricemos
cosas. Y también de su esquizofrénica manía de alejar y no de acercar la
matemática y la estadística al estudiante del común.
Hace
poco un senador escribió un tweet que decía “15 departamento por encima de la
media nacional en materia de desnutrición, incluido Bogotá”. Este podría ser el
test mas sencillo que podríamos hacernos para saber que tan vulnerables somos
ante la pos verdad. Si usted amigo lector se indigno por ese tweet y esta
dispuesto a salir a las calles esta siendo claramente manipulado.
Creo que el triunfo de la pos verdad es en parte responsabilidad del sistema educativo. Y la verdad, parece poco factible que este reconozca sus culpas. La pos pos verdad tendrá que venir de los mismos creadores de la pos verdad, arrepentidos de su engaño y manipulación, cuando vean lo que han hecho con sus mentiras.
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