(El Mundo, febrero 23 de 2017)
El pasado viernes 17 de febrero comenzó el experimento más
grande en materia del sistema de salud en Colombia. Aunque no lo creamos los
ojos del mundo están puestos en nosotros.
La Ley Estatutaria de Salud de 2015 ordenó acabar con el POS
cómo lo conocemos, una lista de medicamentos y servicios médicos que cubre el
sistema con recursos que provienen de cotizaciones y de impuestos. El
experimento consiste en no tener una lista definida, sino más bien una lista de
cosas excluidas. Para estas cosas excluidas se tendrá un mecanismo
participativo que deje de una buena vez sentado porque no deben ser cubiertas
con los recursos de nuestros impuestos.
Los ojos del mundo estarán muy atentos a lo que pase en
Colombia con este experimento, sobre todo porque es la primera vez que un
sistema de salud se basa en la autoregulación de los médicos. Y debe decirse
que conceptualmente esto está muy bien y es la solución de largo plazo a los
problemas de oportunidad, acceso y sostenibilidad financiera del sistema. Así
como la solución al problema de sociedades y democracias corruptas es una
ciudadanía educada y comprometida con el bienestar colectivo. El problema es
que los comportamientos e incentivos individuales no están siempre alineados
con el bienestar colectivo.
Para detener el individualismo y afán de enriquecimiento el
experimento incluye un sistema de información llamado MIPRES donde sabremos que
medico ordenó que medicamento, y una limitación adicional y es que en Colombia
sólo se podrá ordenar aquellos que esté aprobado por el INVIMA para los usos
que este indique. Así se controlará la autoregulación.
El experimento, como todo experimento, puede salir mal, bien
o no pasar nada. Salir mal significa que se dispare el gasto en salud, y con
unos ingresos insuficientes, que la crisis financiera del sistema se
profundice. Pero como los sistemas de salud y el derecho a la salud son
“demasiado grandes para dejarlos desaparecer” las consecuencias serán listas de
espera más largas, e indefectiblemente aumento en impuestos, en contribuciones
y en gasto de bolsillo. Si el experimento sale bien Colombia habrá encontrado
la fórmula para controlar el gasto en salud, un problema que preocupa a todos los
países del mundo.
Y finalmente el experimento puede ser infructuoso, no cambiar nada. Todo es posible, porque estamos al frente de un experimento. Cada uno tiene sus teorías, pero la verdad tendremos que darle unos meses para saber si sirvió, si fracaso o sí no pasó nada.
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