martes, 24 de febrero de 2015

Sistema Nacional de Salud

(El Mundo, Febrero 26 de 2015)

Esta columna de opinión se denomina “Consecuencias inesperadas” por una razón: las políticas públicas se piensan de una manera, se ejecutan de otra y se tienen alta incertidumbre en cuanto a su capacidad de logro. En muchas ocasiones, y de manera “inesperada” para el diseñador de la política, los efectos son nulos e incluso contrarios a lo esperado. Un escenario “inesperado” pero posible entre los tantos que nos trae la Ley Estatutaria de Salud es la nacionalización del sistema.

El gobierno afirma que es un paso en la dirección correcta. Al elevar la Salud a ser un derecho de carácter fundamental y autónomo, se obliga al Estado a garantizarlo de manera prioritaria. Tres logros se han destacado con mayor fuerza: la eliminación de las autorizaciones para las atenciones de urgencias, el fortalecimiento del control de precios a los medicamentos y la institucionalización de un mecanismo para incorporar nuevos desarrollos científicos en materia medica al país.

La piedra angular de la Ley Estatutaria es la autonomía médica. En las propias palabras del Ministerio de Salud se justifica porque “Los médicos son personas que han estudiado mucho tiempo y tienen conocimientos científicos sobre el cuerpo humano, la salud y la enfermedad. Por eso tienen la capacidad para decidir qué tratamientos requieren los pacientes para restablecer su estado de salud”. Pero esto también quiere decir que la chequera del sistema la tienen los médicos, y por ello el mismo ministerio advierte "Al reconocer la autonomía médica, la Ley Estatutaria pide a los profesionales de la salud que hagan su trabajo con autorregulación, ética, racionalidad y evidencia científica”.

Y aquí está el meollo del asunto, con uno solo de estos comportamientos que falle la política se vendrá abajo. ¿Cómo? Muy fácil, cuando el conjunto de medicinas, procedimientos y dispositivos ordenados superen el presupuesto anual dedicado al sector salud, las EPS se retirarán, quedando el sistema nacionalizado. La situación financiera de las EPS del régimen contributivo ya es dramática, sin Ley Estatutaria, ya el hueco financiero va por los cinco billones de pesos. Y aunque el gobierno les dio 7 años a los dueños para ponerse al día, el gremio de las EPS ya acepta que “posiblemente para algunas EPS será muy difícil en razón a las pérdidas acumuladas desde hace una década, dado el impacto negativo financiero de la delegación que le hizo el Estado para el manejo de lo NO POS”.

En el escenario descrito aquí, la Ley Estatutaria de Salud es el empujón que hacía falta para que Colombia abandone la competencia de mercado por un sistema nacionalizado. 

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