(La Patria, Enero 25 de 2010; El Mundo, Enero 28, 2010)
Uno de los pocos aspectos positivos que se pueden extraer de la crisis económica mundial es la posibilidad que esta ha dado para que intelectuales y expertos de diversas áreas del conocimiento opinen en torno a las posibles causas de la misma. Mucho de lo escrito recurre a lugares comunes y a ataques personales. Otros análisis, sin embargo, proponen interesantes puntos de vista.
Un excelente ejemplo de esto último es el ensayo titulado “Como la mala biología asesino a la economía” escrito por Frans de Waal, profesor de sicología de la Universidad de Emory, líder mundial en el estudio de neurociencia y comportamiento animal, y publicado en la revista británica RSA de la Real Sociedad para el impulso de las Artes, Manufacturas y el Comercio.
De acuerdo con el ensayo de de Waal, aquellos que opinan que la crisis es el fruto de la irresponsabilidad de banqueros que tomaron demasiado riesgos, o que esta se debe a la falta de regulación en el mercado hipotecario, están mirando hacia el lado equivocado. La razón de fondo se encuentra en lo que él denomina “la mala biología”, esto es, una amañada y cruda simplificación de la naturaleza humana.
La mala biología asume que la especie humana puede ser explicada a partir de la avaricia, el miedo y el egoísmo. La mala biología está sedimentada en una metáfora simplista: si los genes compiten por su supervivencia, y los seres humanos estamos compuestos de estos genes, se deduce que la naturaleza humana es competir hasta eliminar a los más débiles. La metáfora, sin embargo, no está en modo alguno validada por la biología. De Waal afirma tajantemente que el hecho de que los biólogos estudien y documenten la competencia entre los genes, no significa que estos la validen como forma de acción humana, y mucho menos que los genes sean egoístas. El egoísmo que atribuimos a los genes es una invención e interpretación humana, los genes son DNA.
Mantener el mundo de los genes y el mundo de la sicología humana a una distancia prudente es el mayor reto para aquellos interesados en la evolución, concluye de Waal. Es cierto que la evolución biológica se da a partir de un proceso de competencia genética, pero no es cierto que la evolución social de las especies se de a partir del egoísmo. Todo lo contrario, según argumenta de Waal, existe suficiente evidencia científica que demuestra como muchas especies de mamíferos sobreviven por su solidaridad y capacidad de permanecer juntos.
Simpatizo enormemente con lo expuesto por de Wall. Las sociedades modernas están llenas de mercaderes de malas metáforas, y desafortunadamente tienen mucho terreno ganado. La parte más drástica de la crisis económica parece haber pasado, y la metáfora sigue ahí.
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1 comentario:
El otro día me topé con una explicación que me pareció interesante: las crisis ocurren cuando se genera riqueza sin un soporte de valor agregado. Por ejemplo, una burbuja en cierta bolsa de valores da la aparente ilusión de un aumento de riqueza, siendo que su fundamento es sólo especulativo i.e. no hay una creación de valor que justifique el alza de los precios de las acciones.
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