miércoles, 20 de mayo de 2009

La paradoja de la felicidad femenina

(El Mundo, Mayo 21, Pag A2; La Patria, Mayo 26)

Betsey Stevenson y Justin Wolfers, investigadores de las escuelas de negocios y de políticas públicas de la Universidad de Pensilvania, sugieren la existencia de lo que ellos denominan la “Paradoja del decrecimiento de la felicidad femenina”. La paradoja consiste en que, a pesar, de la evolución positiva de una serie de indicadores económicos, las mujeres de los EEUU y de algunos países desarrollados reportan niveles subjetivos de felicidad más bajos que los hombres. Y esta brecha es cada vez mas pronunciada.

En efecto, en los países desarrollados, los indicadores que miden el progreso de las mujeres en el ámbito económico y social son positivos. Por ejemplo, las brechas salariales entre hombres y mujeres han prácticamente desaparecido; los niveles de educación han aumentado y en la actualidad superan a los de los hombres; mas mujeres ejercen un control directo sobre la decisión de tener hijos; y los avances en la tecnología de electrodomésticos han liberado mayor tiempo para actividades en familia. De igual importancia es la mayor participación de las mujeres en el mercado laboral y la proliferación de servicios personales disponibles para familias con buenos ingresos (v.gr niñeras, aseo, etc).

Sin embargo los indicadores subjetivos de felicidad reportados por las mujeres no se corresponden con todos estos avances socioeconómicos. Los investigadores muestran que durante los últimos 35 años, este indicador ha decrecido tanto en términos absolutos, como en términos relativos respecto de los hombres. De igual forma, la tendencia se observa tanto en preguntas que se refieren a que tan feliz se siente como a que tan satisfecha esta con su vida.

Stevenson y Wolfers, encuentran que la paradoja no es un truco o anomalía de una sola encuesta. El decrecimiento en el reporte subjetivo de la felicidad por parte de las mujeres es evidente en muchas encuestas, y no depende del país, grupo demográfico, periodo de tiempo o tipo de pregunta. Por ejemplo, la tendencia decreciente se observa tanto para mujeres amas de casa como para mujeres que trabajan; para mujeres casadas y divorciadas; para mujeres jóvenes y mujeres adultas; y para mujeres con bajos niveles de educación y altos niveles de educación.

Los autores no sugieren ninguna explicación para esta paradoja. Múltiples hipótesis han sido propuestas, en particular una que sugiere que esto se debe a los múltiples roles de la mujer moderna, pero esto no se ve claramente en las encuestas. De allí la paradoja.

Las implicaciones de este hallazgo son importantes para el diseño de política pública con respecto a la mujer, al igual que las evaluaciones de programas públicos dirigidos a elevar el bienestar de las mujeres. Falta entonces analizar si este efecto también se presenta en países de ingreso medio como Colombia, o si esta es solo una enfermedad del primer mundo. (El documento se encuentra en http://www.nber.org/papers/w14969.pdf).

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