(El Mundo, Diciembre 15 de 2010; La Patria, Enero 17 de 2011)
¿Que explica el subdesarrollo de ciertas regiones? Muchos factores sin duda: algunos históricos y otros contemporáneos. Algunos culpan a la geografía, otros a los gobernantes, otros simplemente al azar. Una teoría que empieza a cobrar peso se enfoca en el origen del sistema legal y en general de las instituciones.
En efecto, algunas investigaciones recientes están intentando dilucidar el papel de los legados coloniales. En particular, diferencias entre países colonizados por los británicos y por los franceses. Actualmente, un buen número de estudios empíricos sostiene que el sistema legal británico está asociado a mayores tasas de crecimiento económico. Pero la dificultad radica en demostrar la relación causa-efecto.
En teoría, el efecto positivo del sistema británico se debe a tres características: el sistema da mayores derechos a los inversionistas y propietarios; la cultura británica crea un fuerte compromiso con el cumplimiento de las normas que existen; el poder judicial independiente y el énfasis en la separación de poderes ofrece un mayor número de controles sobre la expropiación política.
En un reciente estudio, Alexander Lee y Kenneth Schultz de la Universidad de Stanford, ofrecen un caso que se acerca mucho a demostrar la relación causa-efecto: Camerún después de la primera guerra mundial. Antes de la guerra, Camerún era una colonia alemana. Después de la guerra, los británicos y los franceses se dividieron el país, imponiendo tanto sus sistemas legales, como su idioma y costumbres. En 1960, los dos países se reunificaron, pero a pesar de los esfuerzos de unificación el país continúo dividido, en la práctica, en dos regiones, con idioma, y sistemas legal y educativo diferentes.
Lee y Schultz, aprovechando esta circunstancia, comparan niveles de desarrollo económico de zonas rurales localizadas a ambas lados de la frontera legal que antes existía entre los dos países. Alrededor de esta frontera es difícil de argumentar diferencias entre las dos regiones debidas a condiciones físicas o de capital humano, de allí que una buena parte del desarrollo actual se explica por el legado colonial.
Los resultados muestran que las poblaciones rurales del lado británico tienen mejores niveles de riqueza y tienen más bienes públicos (por ejemplo fuentes de agua). Esto no se observa para zonas urbanas. Lee y Schultz, concluyen en su estudio, que si bien la evidencia empírica favorece al sistema británico (el caso rural), el legado puede ser atenuado o eliminado con buenas políticas públicas pos colonización (el caso urbano).
Los legados históricos pueden entonces persistir o atenuarse en el tiempo. Ningún país o región está condenada por su pasado. Que tanto de nuestro crecimiento mediocre y de nuestra pobreza e informalidad es un legado colonial es sin duda una pregunta aún por resolver.
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