(La Patria, Diciembre 9 2008)
La "Comisión sobre el Crecimiento y Desarrollo” sigue sorprendiendo a la comunidad académica internacional. Uno de sus más recientes análisis cuestiona la relación entre globalización financiera y crecimiento económico en los países en desarrollo. El autor de este documento es el economista Maurice Obstfeld, profesor de la Universidad de California en Berkeley y reconocido líder académico en el análisis de los mercados financieros a nivel mundial.
Obstfeld concluye en su documento qué a pesar de la abundancia de estudios empíricos, existe muy poca claridad respecto de los beneficios de la apertura financiera sobre los niveles de bienestar de las economías en desarrollo o sobre las tasas de crecimiento económico de estos mismos países. También concluye qué existe muy poca evidencia respecto de otro supuesto beneficio de las aperturas financieras: su efecto indirecto sobre el bienestar vía reforma a las instituciones económicas y a la política económica en general. Por el contrario, sugiere este autor, parecería que la apertura de la cuenta financiera de los países en desarrollo incrementa la frecuencia y severidad de las crisis económicas.
El análisis de Obstfeld no es, de manera alguna, un llamado a la nacionalización de la banca extranjera en los países en desarrollo o a exagerados controles a la entrada y salida de capitales. Es un llamado a los diseñadores de política financiera de los países en desarrollo a revisar el estado de su sistema financiero local. Encontrar las imperfecciones y las debilidades institucionales locales y corregirlas es imperativo para aprovechar las ventajas de la apertura financiera.
Sin embargo, el mismo Obstfeld reconoce qué este paso es quizá el más difícil. En los países en desarrollo escasean los recursos políticos necesarios para emprender una tarea de tal magnitud, de forma qué, siendo realistas, no todas las imperfecciones podrán ser corregidas en el mediano plazo. Así las cosas, el documento sugiere que hasta que no exista un claro listado de aquellos ajustes institucionales necesarios para que los países en desarrollo logren aprovecharse los beneficios de la globalización financiera, los procesos de apertura deben ser graduales y cautelosos. Es importante anotar aquí que a la banca colombiana no le ha ido muy bien cuando se le evalúa en términos de eficiencia y competencia.
Las conclusiones de Obstfeld se suman a una nueva ola de estudios internacionales que cuestionan seriamente las bondades de la globalización para los países en desarrollo. Es de aplaudir que los teóricos del desarrollo tengan el coraje de reconocer que sus teorías no funcionaron tal y como lo esperaban. En materia de teorías del desarrollo económico navegamos hacia un mundo diferente, donde la respuesta está en cada país, y no en Washington o en la facultad de Economía de alguna prestigiosa universidad.
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