(El Mundo, Noviembre 19 de 2015)
El temor a la
automatización y sus efectos en el mercado laboral es frecuente. Muchos creen
que las maquinas terminaran por reemplazar a los humanos y que muchos se
quedaran sin empleo por siempre. La realidad hasta ahora ha sido otra, por
ejemplo en Colombia la adopción y renovación de tecnología es constante, y sin
embargo la tasa de desempleo ha tenido un ritmo decreciente de manera más o
menos constante. De hecho una mirada a las estadísticas del DANE muestra que la
relación de ocupados a población total viene creciendo a una tasa constante pasando
de 40% en 2008 a 47% en 2015.
David Autor, profesor
de la Universidad MIT y experto en la economía del mercado laboral, tiene una
serie de hipótesis muy interesantes que explicarían este hecho. Una primera razón
es que la automatización aunque elimina trabajos también demanda otros que son complementarios,
es decir que sólo puede hacer un ser humano, y por ser más especializados pagan
más.
La automatización
además está asociada a crecimiento de las empresas, puesto que baja el costo de
expandirse. Por ejemplo en el sector bancario se pensó que los cajeros automáticos
reemplazarían a los cajeros humanos, pero esto no ha sucedido. El sector salud
ofrece otro buen ejemplo, cada vez hay más maquinas, computadores y tecnología
entrando a nuestras IPS y a la vez el empleo en el sector salud crece a tasas
superiores a las de los demás servicios de la economía.
Una tercera razón es
que aquellos empleados que cada vez son mejor remunerados crean una demanda por
servicios que antes no existía. Es decir, ahora están dispuestos a pagar por
las cosas que hacían antes, o a demandar más servicios personales, o a pagar
más por las actividades que hacen en su tiempo libre. Ejemplos de esto hay
muchos, desde las niñeras, hasta los cuidadores de perros, los entrenadores
personales, y los servicios de cultura y entretenimiento. La mayoría de las industrias
creativas por ejemplo explican su crecimiento y demanda por el mayor ingreso de
ciertos segmentos de la sociedad.
No hay duda que en
ocasiones el efecto inmediato de la automatización en una empresa o sector particular
sea reemplazar trabajadores, pero el efecto indirecto y de mediano plazo es benéfico
tanto para el empleo como para la economía, porque desaparecen tareas que no
necesitan cerebro y que además pueden ser de alto peligro para la vida. Las tareas que necesitan cerebro, capacidad de
resolver problemas, creatividad, persuasión, adaptación, lenguaje corporal, e
interacción personal no van a desaparecer. La automatización es buena tanto
para la productividad como para el empleo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario