miércoles, 5 de noviembre de 2014

Lenguaje sencillo

(El Mundo, Noviembre 6 de 2014)

Por alguna razón cultural que es difícil de entender, tendemos a asociar a un individuo que utiliza palabras sofisticadas con mayor educación y nivel social. Nada más alejado de la realidad. El lenguaje sencillo es una virtud.

Precisamente para combatir este mal, el del lenguaje complicado, existe la asociación internacional del lenguaje sencillo. Este es un grupo de trabajo con sede en Canadá, fundado en 2008 cuya misión es promover la comunicación clara en todos los documentos, sean públicos o privados. De acuerdo con este grupo las virtudes del lenguaje sencillo son muchas: aumenta el nivel de conocimiento de las personas en todos los niveles socioeconómicos, ayuda a las personas a encontrar información de una manera más fácil y rápida, ayuda a las personas a entender lo que tienen que hacer, ahorra tiempo y dinero al reducir errores y malinterpretaciones, mejora las relaciones con los clientes o usuarios, disminuye la probabilidad de litigios, llega a más personas. El lenguaje sencillo es importante en todas las esferas de comunicación: electrónica e impresa.

Escribir en un lenguaje sencillo es más difícil de lo que parece porque demanda del escritor una adecuada organización, tono, escogencia de palabras, extensión (de frases, párrafos y secciones) y diseño del texto. Creo que las profesiones que mas se beneficiarían de un cambio en su lenguaje son la medicina, el derecho y la economía. Nada mas enredado que la explicación de un medico, un texto legal o un informe escrito por un economista.

Aunque suene exagerado, el lenguaje sencillo puede y a veces debe regularse. En los Estados Unidos, gracias a una ley sobre protección al consumidor, los extractos de las tarjetas de crédito deben escribirse en un cierto tamaño de letra y deben incluir en la primera pagina el valor total de la deuda y de los intereses totales si los consumidores solo pagan la cuota mínima. Gracias a esta misma ley en muchos documentos comerciales no existe, literalmente, letra pequeña. Todo el contrato debe estar en la misma letra.


Un ejemplo magistral de lenguaje sencillo y cómo deben ser escritas las leyes lo dan los mandamientos. No mataras, no robaras, no desearas la mujer del prójimo.  Los contratos y las leyes en particular deberían ser los textos mas simples de todos, pues en ultimas son las reglas de juego que rigen la mayor parte de las relaciones entre individuos en una sociedad. Un lenguaje sencillo nos acercara a ser una mejor sociedad.

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