Ha pensado alguna vez que haría si se gana la lotería
y cuáles serían los efectos de largo plazo de tal golpe de suerte. Trabajaría
menos? Pagaría sus deudas? Mejoraría su calidad de vida? Para investigar el
efecto de sumas inesperadas de dinero, aislando otros posibles efectos, algunos
economistas han comparado ganadores de lotería entre ellos mimos, diferenciándolos
según el monto ganada. Esto es, ganadores de sumas grandes contra ganadores de
sumas pequeñas.
Mikael Lindahl,
estudió el efecto del dinero en la salud y en la expectativa de vida en Suecia.
Lindahl encontró que ganar una suma considerable de dinero tiene efectos
positivos en la salud. Enfermedades como cáncer, extrema debilidad, bronquitis
o asma aguda, serias limitaciones para desplazarse, problemas de salud mental,
y dolor agudo, ocurren con menos frecuencia a quienes ganaron la lotería.
Lindahl, también calculo el efecto en mortalidad, y encontró un leve incremento
en la expectativa de vida para los ganadores.
Otro grupo de investigadores, encabezados por Guido Imbens,
estimó el efecto de ganarse la lotería en el ingreso, el consumo y el ahorro
futuro en Massachusetts (EEUU). El análisis se concentró en aquellos que reciben
el pago en anualidades por largos periodos de tiempo. Los ganadores redujeron en
un 11% el tiempo dedicado a trabajar. Igualmente, aumentaron sustancialmente su
consumo. Después de recibir más de la mitad del premio, en promedio apenas un
16% de las ganancias se habían ahorrado.
El más reciente estudio en esta línea, es el de Scott
Hankins y otros colegas en el estado de Florida. La población bajo estudio fueron
personas que estando en bancarrota ganaron la lotería. Los investigadores
querían averiguar si una fuerte suma de dinero, cuando más se necesita, lo saca
a uno de problemas, o simplemente los aplaza. Los resultados mostraron que
aunque los ganadores son menos propensos a entrar en bancarrota inmediatamente
después de ganar, en el mediano plazo, entre 3 y 5 años, son más propensos a
caer nuevamente en bancarrota. Además,
comparados 5 años después, los ganadores de grandes premios no tienen más
activos o menos deudas que los ganadores de premios pequeños.
Estas investigaciones son una ventana al
comportamiento humano. La bancarrota no es un problema de plata, es fruto de
malas decisiones. Ante sumas inesperadas de dinero, tendemos a trabajar menos, consumir
más, y ahorramos poco de lo que ganamos si no nos cuesta mucho. Responder estas
preguntas es interesante en sí mismo. Pero la relevancia no para allí, un buen
número de iniciativas de políticas públicas actuales están basadas en la idea
de transferir directamente dinero a beneficiarios a cambio de que modifiquen
ciertos comportamientos. Es posible que algunos de los efectos que acabe de
resumir se estén dando en estos beneficiarios.
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