lunes, 19 de diciembre de 2011

Los Fugees

(El Mundo, Enero 8 de 2012)


La historia de Luma Mufleh tiene muchas de las claves para superar el problema de la educación pública a nivel de primaria y secundaria. Luma migro a Estados Unidos como estudiante internacional, se graduó, consiguió trabajo y se dedico a su profesión. Un buen día, al regreso de su trabajo, vio unos niños jugando futbol en un barrio cualquiera.  Los niños no tenían zapatos, y jugaban con una bola de trapo. Pero lo que mas le llamo la atención fue la raza, definitivamente no eran parecidos a los otros niños del lugar. 

Movida por la curiosidad y su amor por el futbol, unas semanas después, regreso al barrio con un balón en la mano, y les propuso un negocio: “les regalo este balón si me dejan jugar con ustedes”. Los niños aceptaron gustosos. Pronto, paso de jugadora a entrenadora. Muy pronto también, aprendió que estos niños eran refugiados, desplazados mejor, de países africanos. Atendían escuelas publicas, pero su atraso educativo era evidente, lo que los hacia niños problema para el sector educativo tradicional. Aprendió, que además de afrontar necesidades básicas como hambre y falta de ropa, sus padres, menos educados que ellos, poco o nada podían hacer para ayudar con las tareas de la escuela. En resumen el futuro de estos niños sin Luma no era muy atractivo.

Con sus propios recursos, Luma patrocino el equipo de futbol, y le dio el nombre de Los Fugees (contracción informal de la palabra Refugee que significa refugiado en Ingles). Luego, decidió renunciar a su trabajo y dedicarse por completo a estos chicos, fundando en 2007 la Academia de Los Fugees. La Academia es una escuela donde ella, con otros voluntarios, se dedica a educar a estos chicos. En la actualidad 86 niños y niñas, de 10 a 18 años,  son parte de los equipos de futbol, y  36 acuden a la Academia como estudiantes regulares.

Como no hay plata para un bus escolar, los niños recorren 32 kilómetros diarios en bicicleta (16 en cada sentido) desde su barrio hasta el sitio de la Academia. Para evitar problemas de tráfico y riesgo de accidentes, los niños son escoltados por el jefe de la policía local. Quien a su vez, es un creyente total en la idea de Luma.

Luma no es una persona de dinero, como lo hace? Cien por ciento con donaciones. Ni un centavo de dinero publico. Y aquí esta la clave. La causa de Luma es cien por ciento local. Luma si recibe colaboración del gobierno, pero en forma de seguridad, no de dinero. Así, su causa no depende del vaivén político, de la ideología académica de turno, o de los otros mil males (desincentivos para usar una palabra más técnica) que el dinero publico trae consigo. Diez mil personas comprometidas como Luma serian la mejor política pública en educación primaria y secundaria que podría existir para niños con escasa oportunidades.  (Más sobre Luma en: http://www.fugeesfamily.org/index.htm)             

martes, 13 de diciembre de 2011

Colectar tiene su ciencia

(El Mundo, Diciembre 14 2011; La Patria, Diciembre 19 2011)


Diciembre es el mes en el que la gente es más generosa, no solo con familia y amigos, sino también con causas sociales. Para algunos es el espíritu navideño, para otros el afán de disminuir la carga impositiva del siguiente año. En algunos países, especialmente en el primer mundo (donde hay tantos ricos) el volumen de donaciones no es nada despreciable. Por ejemplo, en un año típico (antes de la recesión) el volumen de contribuciones filantrópicas puede alcanzar a ser un 2% del PIB en los Estados Unidos. No es sorpresa que en el primer mundo se halla desarrollado toda una industria educativa y profesional alrededor de determinar las mejores estrategias para maximizar el recaudo total de fondos para causas sociales.

John List, un profesor de economía de la Universidad de Chicago ha estudiado dichas estrategias desde el punto de vista económico y estadístico.  Hace poco, en una entrevista radial, expuso las conclusiones de su trabajo, las cuales ofrecen buenas luces sobre qué hacer y qué no hacer cuando se trata de recaudar fondos para causas sociales.    
Una primera conclusión es que la mejor manera de incentivar otros a dar es demostrar que la causa ya es un hecho. Es decir, invitar a alguien a donar para una causa que ya tiene dinero recaudado. List, ha mostrado que, entre más dinero hay inicialmente en el fondo, más dinero tienden a aportar los nuevos donantes.

En segundo lugar, dice List, una estrategia que no es muy exitosa, es el tipo de colecta en la cual por cada peso aportado una institución pone otro tanto (más o menos). El 1-1 funciona relativamente bien, sin embargo, su investigación muestra que aumentar el aporte de la institución a 2 por 1 o incluso 3 por 1, no es un incentivo muy efectivo.   
La que sí parece ser una estrategia exitosa en recaudar fondos es la de hacer rifas. Según List, las colectas que ofrecen un premio recaudan hasta un 100% más de dinero que las colectas que no lo ofrecen. En esto los colombianos le llevamos años luz al profesor List.

Finalmente, existe un método, quizá contra intuitivo, pero que ha mostrado ser muy efectivo. Se trata del diseño “done por una sola vez”. La idea es invitar a posibles donantes a participar por una causa, con la promesa de jamás ser nuevamente invitados, si el donante así lo desea. Mejor dicho, escriba un cheque y marque la casilla “no deseo ser contactado en el futuro”. El efecto psicológico es poderoso, no solo los potenciales donantes escriben cheques más jugosos, sino que no marcan la casilla. Lo que los hace potenciales donantes en subsecuentes rondas.      
Colectar tiene su ciencia. Aun cuando existen muchos diseños para atraer donantes, probablemente el mejor incentivo para que una causa social sea exitosa en atraer fondos está en el factor humano: un grupo de gente honesta haciendo cosas que mejoran la calidad de vida de otros.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Tecnología, salud y promesas

(El Mundo, Nov 28 de 2011)

Miles de industrias han cambiado dramáticamente con la llegada de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TICs). La industria de la música es un buen ejemplo, buena parte ha sido digitalizada y ahora se comercia en su mayoría por internet. La industria turística es otro ejemplo, hoy por hoy, prácticamente cualquier individuo puede ser su propio agente de viajes. Hoteles y aviones pueden ser fácilmente reservados y pagados por internet. Una industria en la que los resultados están por verse es la industria de la salud.

En particular, mucho se habla de las posibilidades maravillosas que la digitalización de los records médicos podría tener en mejorar la calidad de la salud que recibimos. Según las campañas de mercadeo, más información médica digitalizada significa más información para que nuestros médicos tomen mejores decisiones. También significa una reducción de costos importante, para el individuo y el sistema en general. Esto, vía una reducción en la repetición innecesaria de exámenes y demás procedimientos médicos.

En la mas reciente conferencia norteamericana de Economía y TICs un centenar de investigadores presentaron sus resultados. La mayoría de las investigaciones apuntan a que la implementación de estas tecnologías aún no se traduce en mejor calidad o menores costos en el sistema. Al menos cuatro razones se conjetura pueden explicar esto: resistencia cultural o procedimental, limitaciones cognitivas, desalineación de incentivos económicos, y la característica de la medicina de ser “satisfactoria” y no óptima.

Al igual que cambiar una máquina de escribir por un computador no tiene efecto en la calidad de las ideas o los procesos que un escritor sigue para crear obras literarias, más información médica digitalizada no ha significado cambios en los procesos y en la forma en que los médicos toman sus decisiones, esta es la resistencia procedimental. De manera similar, mayor información no necesariamente se traduce en mejores decisiones dada la capacidad limitada de los seres humanos de procesar información, estas son las limitaciones cognitivas.

La desalineación de incentivos económicos, es otra posible explicación, por ejemplo, si una nueva tecnología amenaza con reducir el número de especialistas necesarios, el gremio de estos especialistas será el primero en boicotear la adopción de tal tecnología.

Finalmente, está el rol que juegan los pacientes. La relación médico-paciente está mediada por múltiples circunstancias, entre ellas la capacidad económica, la capacidad cognitiva , la adherencia al tratamiento, etc. Esto hace que los tratamientos que se deciden en el consultorio no sean necesariamente los óptimos, sino más bien aquellos que “satisfacen” la mayoría de las condiciones, alejándose del tratamiento óptimo.

Mientras estas tensiones no se resuelvan, la promesa de las TICs como elemento esencial en mejorar la calidad de la salud o en disminuir sus costos se ve bastante empantanada. Lástima.

lunes, 31 de octubre de 2011

Pobreza y subsidios

(El Mundo, Nov 9 de 2011; La Patria, Nov 13)

Con frecuencia me pregunto, con tantos recursos y programas orientados a erradicar la pobreza por parte de gobiernos y organismos internacionales, porque las cifras son tan desalentadoras? Una hipótesis que toma fuerza afirma que algunos supuestos básicos de las intervenciones sociales están equivocados. En particular algunos estudios están retando el supuesto según el cual la pobreza puede ser superada a través de subsidios a los alimentos.       

Los economistas Banerjee y Duflo de la Universidad MIT estudiaron el comportamiento de gasto de individuos que viven con menos de un dólar en 18 países del mundo. El porcentaje gastado en comida varía entre 36 y 79 por ciento entre aquellos en extrema pobreza rural y entre 53 y 74 por ciento entre los individuos en extrema pobreza urbana. Evidentemente, dadas otras necesidades como ropa, techo y salud, no es de esperar que el 100 por ciento del ingreso se vaya a comida. Sin embargo, a través de varios experimentos, se ha comprobado que, por cada dólar extra de ingreso (gracias a un subsidio), incluso aquellos en las condiciones más extremas de pobreza, solo gastan 0.67 centavos en comida.   

Más interesante aun es el hallazgo, también documentado por Banerjee y Duflo, según el cual, el dinero adicional gastado en alimentos no se destina a más calorías o más nutrientes. El gasto se concentra en alimentos que tienen mejor sabor, también denominadas calorías vacías como alimentos azucarados y grasosos.

Otro par de economistas, Jensen y Miller, estudiaron el efecto directo de los subsidios a alimentos básicos como trigo o arroz en dos comunidades pobres en China. En su estudio, encontraron que los hogares que recibieron los alimentos subsidiados, disminuyeron el consumo de tales alimentos e incrementaron el de otros productos, mas “lujosos”, como camarones y carne. De hecho una mirada detenida al contenido nutricional mostró que este no cambió después del subsidio.

Entre las explicaciones que se contemplan para esta aparente contradicción se cuentan el declive en la cantidad de esfuerzo físico que muchos trabajos actuales demandan, incluso los más básicos;  la existencia de una relación no lineal entre más comida y más productividad, es decir comer el doble no significa producir el doble; o simplemente , que hay otras cosas que son tan o más importantes que la comida para los pobres.  Con respecto a este último punto, existen en cada sociedad rituales que demandan recursos y que ejercen presión social sobre todos los estratos como matrimonios, funerales, bautizos, etc. También, y esto tiene mucho sentido, está la necesidad básica de diversión. Ello explica porque en todo hogar por humilde que sea hay un radio, un televisor, o un DVD.
El resultado de estas investigaciones no solo cuestiona de manera crítica políticas de subsidio a los alimentos como políticas efectivas de mejoramiento de la nutrición y por ende salida de la pobreza, sino que también nos retan a revisar que tan bien fundamentados y realistas son los supuestos que subyacen otras políticas antipobreza.

domingo, 2 de octubre de 2011

Lotería y sus efectos

(El Mundo, Octubre 4 de 2011; La Patria, Octubre 18 de 2011)

Ha pensado alguna vez que haría si se gana la lotería y cuáles serían los efectos de largo plazo de tal golpe de suerte. Trabajaría menos? Pagaría sus deudas? Mejoraría su calidad de vida? Para investigar el efecto de sumas inesperadas de dinero, aislando otros posibles efectos, algunos economistas han comparado ganadores de lotería entre ellos mimos, diferenciándolos según el monto ganada. Esto es, ganadores de sumas grandes contra ganadores de sumas pequeñas.

Mikael  Lindahl, estudió el efecto del dinero en la salud y en la expectativa de vida en Suecia. Lindahl encontró que ganar una suma considerable de dinero tiene efectos positivos en la salud. Enfermedades como cáncer, extrema debilidad, bronquitis o asma aguda, serias limitaciones para desplazarse, problemas de salud mental, y dolor agudo, ocurren con menos frecuencia a quienes ganaron la lotería. Lindahl, también calculo el efecto en mortalidad, y encontró un leve incremento en la expectativa de vida para los ganadores.

Otro grupo de investigadores, encabezados por Guido Imbens, estimó el efecto de ganarse la lotería en el ingreso, el consumo y el ahorro futuro en Massachusetts (EEUU). El análisis se concentró en aquellos que reciben el pago en anualidades por largos periodos de tiempo. Los ganadores redujeron en un 11% el tiempo dedicado a trabajar. Igualmente, aumentaron sustancialmente su consumo. Después de recibir más de la mitad del premio, en promedio apenas un 16% de las ganancias se habían ahorrado.

El más reciente estudio en esta línea, es el de Scott Hankins y otros colegas en el estado de Florida. La población bajo estudio fueron personas que estando en bancarrota ganaron la lotería. Los investigadores querían averiguar si una fuerte suma de dinero, cuando más se necesita, lo saca a uno de problemas, o simplemente los aplaza. Los resultados mostraron que aunque los ganadores son menos propensos a entrar en bancarrota inmediatamente después de ganar, en el mediano plazo, entre 3 y 5 años, son más propensos a caer nuevamente en bancarrota.  Además, comparados 5 años después, los ganadores de grandes premios no tienen más activos o menos deudas que los ganadores de premios pequeños.

Estas investigaciones son una ventana al comportamiento humano. La bancarrota no es un problema de plata, es fruto de malas decisiones. Ante sumas inesperadas de dinero, tendemos a trabajar menos, consumir más, y ahorramos poco de lo que ganamos si no nos cuesta mucho. Responder estas preguntas es interesante en sí mismo. Pero la relevancia no para allí, un buen número de iniciativas de políticas públicas actuales están basadas en la idea de transferir directamente dinero a beneficiarios a cambio de que modifiquen ciertos comportamientos. Es posible que algunos de los efectos que acabe de resumir se estén dando en estos beneficiarios.     

miércoles, 31 de agosto de 2011

Fútbol femenino: la contracultura que necesitamos

(El Mundo, Septiembre 2 de 2011; La Patria, Septiembre 5 de 2011)

Julio y Agosto fueron meses de fútbol. En Agosto el Mundial Sub 20. En Julio el Mundial Femenino. Si usted está un poco cansado de la cultura que rodea por estos días al fútbol masculino en Latinoamérica, la que podríamos resumir como una mezcla de los siguientes elementos: violencia (por dentro y por fuera de la cancha), incentivo a la trampa (todo vale mientras que el árbitro no se dé cuenta), y desacato a las leyes (irrespeto verbal y físico al árbitro, alegar todas las decisiones del árbitro, fingir faltas, o fingir no haber cometido una falta); no se preocupe usted no está solo.

Me tome la tarea de comparar las estadísticas de la final del mundial femenino (USA vs Japón) con la del pasado mundial masculino (España vs Holanda) con el ánimo de investigar si estos elementos son comunes a ambos sexos. Miremos las cifras de infracciones. En total, en la final femenina, se cometieron 21 faltas; mientras que en la masculina se cometieron 47, es decir un 124% más para los hombres. Solo 1 mujer obtuvo una tarjeta amarilla; en la final masculina, se sacaron 12, es decir un 1100% más. Tiros de penal? cero en ambas finales. Tarjetas rojas? En la final femenina, 1; en la masculina, 0, 100% más para las mujeres. Finalmente, fueras de lugar: 5 en el femenino, 13 en el masculino, un 160% más para los hombres. Las cifras sugieren que la final femenina fue mucho más limpia, y con más acato a las leyes del juego.

Y ahora veamos la calidad del juego. Aquí también los números parecen favorecer a las mujeres. Goles: 4 en la femenina, 1 en la masculina, un 300% más en la femenina. Disparos al arco: 11 en cada final. Disparos en general: 41 en la femenina, versus 31 en la masculina, o sea, 32% más en la femenina. Tiempo jugado: 90 minutos en la femenina, 84 en la masculina, un 7% más en la femenina. Finalmente, tiros de esquina: 12 en la femenina, y 14 en la masculina, un 17% más a favor de los hombres.

Como podría permear esta cultura de un futbol más limpio a los hombres? Difícil saberlo, pero quizá un camino sean los medios. De acuerdo con cifras de TV, la final femenina fue vista por el 8.6% de los hogares estadounidenses. El siguiente programa más visto la misma semana obtuvo un 4%. Esto significa que el fútbol femenino tiene el potencial de convertirse en un fenómeno de masas en los EEUU, y por ende convertirse en un fenómeno de medios a nivel mundial. No faltaran las series de TV, los comerciales, las películas. Quizá la fuerza del mercado gringo pueda además quebrar el anacronismo de la FIFA y de una buena vez incorporar toda la tecnología que se ve en otros deportes, especialmente aquella dirigida a ayudar a los jueces a tomar decisiones más informadas.

Con esto, podríamos en algunos años ver el surgimiento de una contracultura en términos de fútbol. Muy necesaria si queremos que este deporte vuelva a ser un espectáculo para todos.

viernes, 12 de agosto de 2011

Gran Ironía

(El Mundo, Agosto 13 2011; La Patria, Agosto 16 2011)

La pregunta de rigor por estos días es si la bajada del grado de inversión de la deuda de EEUU desde AAA hasta AA+, sumada a una economía estancada, sugiere que estamos presenciando la caída de la hegemonía de este país en el mundo. Lo dudo. Los EEUU siguen teniendo la mayor cantidad de capital financiero y capital humano del planeta. Y aún más, tienen la mayor influencia cultural del mundo. Si usted no está tomando clases de chino o está pensando en que sus hijos aprendan chino en lugar de inglés, usted está reforzando dicha influencia.

Creo que el gran perdedor se encuentra en otra esfera. La teoría económica volvió a sufrir un gran golpe. En 2008, aprendimos que los macroeconomistas son incapaces de ponerse de acuerdo respecto a predecir una gran depresión económica. En Agosto de 2011, aprendimos que los políticos norteamericanos desconocen los más mínimos principios económicos.

Y como son las ironías, esto sucede en el país donde la teoría económica encuentra a sus mejores exponentes. O sí no, como explicar la irracionalidad económica del debate político sobre sí elevar o no el nivel de endeudamiento?, y como consecuencia, sí permitir al gobierno pagar sus obligaciones?.

La razón radica en una peligrosa analogía con un poder retorico de proporciones enormes. La analogía consiste en comparar las finanzas de un país con las finanzas de un individuo. De acuerdo con la misma los países son como los individuos, razón por la cual no deberían gastar más de sus ingresos y no deben mantener un nivel de deuda que no puedan pagar con su ingreso corriente. Esta analogía es falsa en épocas de crisis, un país y un hogar son dos cosas muy distintas. Las herramientas al alcance de cada uno para superar una crisis son muy diferentes. La analogía ha sido usada con gran éxito por un grupo de congresistas cuya consigna es no pagar impuestos.

Asistimos a la violación de dos principios sagrados de la teoría económica. El primero, hay que pagar las deudas. La estabilidad del sistema financiero mundial radica en la confianza y en la existencia de un activo seguro, con cero riesgo. Este ha sido la deuda pública norteamericana. Si este no existe, el sistema se desconfigura. El segundo principio es aquel según el cual cuando una economía está en depresión solo una enorme expansión fiscal puede sacarla del atolladero.

O bien, los que quieren abolir los impuestos y por ende el gobierno, le están dando al mundo una gran lección de teoría económica, o bien, estamos presenciando una de las mayores ironía del mundo, el país que promueve y produce la mejor teoría económica la considera irrelevante.

viernes, 1 de julio de 2011

Acceso a microdatos

(La Patria, Julio 5, 2011; El Mundo, Julio 11 de 2011)

No es un secreto que en gran parte del mundo en desarrollo, las organizaciones estadísticas enfrentan graves limitaciones presupuestarias. Esto es un error con consecuencias indeseables tales como: limitaciones en información confiable para la toma de decisiones, información disponible con poca vigencia y relevancia, y acceso restringido a la información para el público en general.

Por el contrario, una visita a las páginas web de agencias de gobiernos en países desarrollados, revela una realidad completamente distinta. Por ejemplo, la oficina del Censo de los Estados Unidos, por mandato del Congreso, produce archivos de uso público, descargables de forma gratuita, con información ampliamente detallada de una muestra representativa de los hogares y los individuos que componen dichos hogares. Este tipo de información es conocida como los microdatos. Estos archivos incluyen información sobre edad, sexo, ocupación, ingresos, educación, idiomas hablados en casa, distancia y medios de transporte para los individuos que trabajan, ocupación, los costos de vivienda, vehículos disponibles, entre otros muchos temas.

Bases de datos, públicas y gratuitas, existen en múltiples temas en los países desarrollados. En el área de la salud, es posible analizar con amplio detalle la utilización de servicios, desde hospitalizaciones hasta formulas médicas. En el área de la educación, es posible seguir estudiantes, desde su entrada al sistema educativo hasta su finalización, y evaluar los diferentes aspectos que explican el logro académico. Miles de estudios han sido posibles gracias a la disponibilidad de estos datos; y más aun muchos de estos estudios han servido de base para fundamentar y evaluar la efectividad de políticas públicas.

La mayor preocupación cuando se trata de publicar microdatos es la posibilidad de violar los principios de privacidad y confidencialidad. Nadie quiere que su información privada esté en manos de todo el mundo. Superar esta dificultad es posible mediante la aplicación de técnicas estadísticas modernas. La prueba está, de nuevo, en la cantidad de bases de datos disponibles en países desarrollados.

Grandes segmentos de la sociedad se beneficiarían de una política de acceso a microdatos por parte del gobierno colombiano: estudiantes de todos los niveles, los medios de comunicación, los legisladores y por supuesto investigadores académicos con recursos económicos limitados. El aacceso a microdatos generaría más y mejores investigaciones, mas interés por la investigación, mas transparencia con respecto a los datos que justifican ciertas políticas publicas, e incentivaría una mayor demanda por cantidad y calidad de los datos.

Que se necesita? Más que dinero, se necesita un Gobierno y/o un Congreso motivado hacia una política de transparencia y acceso a la información.

jueves, 9 de junio de 2011

Desaparece la clase media

(La Patria, Junio 13 de 2011; El Mundo, Junio 15 de 2011)

Siempre que se habla de empeoramiento en la distribución del ingreso (recordemos que Colombia es el país más desigual en este sentido de América Latina) los titulares de prensa resumen la situación como “los ricos son cada vez más ricos y los pobres son cada vez más pobres”. Una redacción alternativa y un titular quizá más apropiado sería “Crece la inequidad en el ingreso: la clase media se reduce” con subtitular “los trabajadores reciben cada vez un menor porcentaje de su productividad”.

Esta es, a mi modo de ver, la conclusión de un interesante análisis preparado por Frank Levy y Tom Kochan, profesores de la Universidad MIT sobre la evolución de la relación entre la productividad laboral y los salarios en los Estados Unidos en los últimos 25 años. El análisis, aunque basado en el mercado laboral norteamericano, tiene lecciones que bien aplican a Colombia.

De acuerdo con los investigadores, una característica central de la economía norteamericana en las tres décadas después de la segunda guerra mundial (1945) fue una masiva movilidad social, en la cual cada generación vivió mejor que la anterior y los trabajadores experimentaron ganancias salariales de manera continua durante su carrera. La razón central para que esto fuera posible fue un crecimiento de los salarios reales (después de descontar la inflación) que seguía muy de cerca el crecimiento de la productividad laboral. Acuerdos salariales entre empleados y empleadores, muchas veces mediados por acuerdos colectivos explica buena parte de esta positiva coyuntura para los trabajadores.

Desafortunadamente, los cálculos de Levy y Kochan, muestran que esta relación se rompió en 1980 y que la tendencia actual es críticamente preocupante. Por ejemplo, para los hombres de 35 a 44 años de edad, con educación secundaria terminada, la productividad laboral creció un 16 por ciento, mientras que su compensación semanal media se redujo ligeramente. La compensación sólo creció un 3 por ciento para los profesionales con grado universitario. El único grupo que fue remunerado de acuerdo a su productividad es el de los trabajadores con postgrado. El caso de las mujeres, es un poco mejor, ya que la remuneración y la productividad se mantuvieron a la par tanto para las profesionales, como para las postgraduadas.

Las razones son muchas, complejas y difíciles de cambiar. A juicio de los autores, cambios tecnológicos que han incrementado la demanda de trabajadores calificados, el outsourcing y otros efectos de la globalización, el declive de los sindicatos y de la negociación colectiva, la disminución en el valor del salario mínimo, la presión hacia los gerentes por mostrar resultados financieros positivos de corto plazo, entre otras.

En Colombia, hace unas pocas décadas, un profesional experimentado (sin postgrado) podía perfectamente levantar una familia. Esta historia, bien sabemos, ya no es posible. La clase media es fundamental en toda economía, no solo porque sostiene la demanda interna, sino porque es la base de las pequeñas y medianas empresas.

jueves, 19 de mayo de 2011

Simple y eficaz

(La Patria, Mayo 30 de 2011; El Mundo, Mayo 30 de 2011)

En la medida en la que el mundo se hace más complejo, las preguntas y análisis que preocupan a los académicos se tornan igualmente complejas. Una consecuencia de esto se refleja en el actual diseño de política pública, según mi opinión, una cierta tendencia a subestimar el efecto que soluciones simples pueden traer a problemas complejos.

Tomemos por ejemplo el análisis del logro académico. La lista de factores encontrados por académicos como posibles explicaciones al bajo logro académico de ciertos grupos de la población es larga y casi imposible de resolver (a menos que exista una gigantesca inversión de recursos): pobreza, desintegración familiar, mala preparación de los profesores, deficiencias en el currículo, deficiencia de recursos en las aulas y la infraestructura en general en las escuelas, el número de niños en el salón, falta de liderazgo en las directivas, altos niveles de hostilidad en los barrios, etcétera. No cabe duda que todos estos factores son relevantes. Pero también es cierto que los estudios no terminan de ponerse de acuerdo en su verdadero efecto. Cuál será el efecto neto de excelentes profesores en un barrio malo? Con frecuencia los gobiernos se embarcan en inversiones costosísimas, que a la vuelta del tiempo resultan tener efectos minúsculos, o peor aún negativos.

Glewwe, Park y Zhao, investigadores de las Universidades de Minnesota y Oxford, documentan en una reciente publicación los resultados de la evaluación de un programa simple pero efectivo. El programa consistió en ofrecer exámenes optométricos y gafas gratuitas a estudiantes de escuelas primarias de los grados 4 a 6 en la provincia de Gansu en el noroeste de la China. El programa fue implementado en 2004.

Gansu es una provincia donde el 76% de la población reside en el área rural, donde el 23% de la población rural es pobre, y con los niveles más bajos de ingreso per-capita disponible de todas las regiones de China. El programa fue implementado de manera experimental en 165 escuelas rurales (unas lo recibieron y otras no, la selección fue al azar), cubriendo un total de 19,000 niños, aproximadamente. Los investigadores encontraron que de cada 100 niños, 13 tenía serios problemas visuales, y solo 2 usaban gafas.

Un año después de implementado el programa, los resultados mostraron que en promedio, el logro académico aumento tanto para los niños intervenidos como para sus compañeros. El costo total del programa: 10 dólares por cabeza. Suena lógico, o no? Niños que no ven bien no solo tienen problemas de atención individual sino que generan distracción innecesaria a los demás niños en el salón. Estoy seguro que existe una larga lista de soluciones obvias, simples, baratas y eficaces como esta que no están siendo explotadas. Este estudio es una clara invitación a descubrirlas.

martes, 26 de abril de 2011

El NO de Islandia

(El Mundo, Abril 28 de 2011; La Patria, Mayo 2 de 2011)

En este mundo de tecnócratas, son contadas las ocasiones en las que una decisión económica, de carácter nacional, es tomada por los ciudadanos. Islandia se ha convertido en el más reciente laboratorio económico en esta materia. Y a juzgar por los resultados la contradicción entre lo que haría un tecnócrata y lo que harían los verdaderos dolientes es evidente.

Antes de contar la historia vale la pena tener en cuenta que Islandia tiene un nivel económico per capita (PIB) superior al de USA (en 2009) e indicadores sociales como expectativa de vida y educación por encima del promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, el club de los países más ricos y desarrollados del mundo.

La historia es así. Durante el boom económico de la década del 2000, el sector financiero de Islandia fue uno de los más atractivos para inversionistas internacionales, entre ellos los británicos y los holandeses. Cuando la crisis financiera de 2008 estalló, el sistema financiero de Islandia colapsó, llevando a la bancarrota a muchos de sus bancos.

Las autoridades económicas británicas y holandesas salieron al rescate de sus inversionistas nacionales, girando recursos del erario público para cubrir las pérdidas ocasionadas por la bancarrota en Islandia. Luego, como es obvio, decidieron pasarle la factura a los Islandeses. Los tecnócratas de ambos países se reunieron y acordaron el siguiente trato: el gobierno de Islandia pondría a la venta los activos de los bancos quebrados y cubriría el resto con recursos públicos. Una ley fue redactada y aprobada por el congreso, cuando todo parecía definido, en un acto inesperado, el presidente de Islandia se negó a firmar. El presidente Ólafur Ragnar Grímsson decidió someter a referendo popular una decisión que podría costarle a sus ciudadanos miles de dólares per capita.

Los argumentos a favor del SI (repagar) eran puramente tecnocráticos y basados en el miedo a las repercusiones macroeconómicas. En esencia, la consecuencia de no repagar seria obtener el grado más bajo de calificación de deuda soberana, lo que haría simplemente imposible para el gobierno conseguir dinero prestado en el exterior.

Los argumentos a favor del NO eran puramente microeconómicos, o individualistas: “porque tengo que pagar con mis impuestos por errores que no cometí”, “los errores fueron de los banqueros y de los inversionistas, no míos”.

Los islandeses fueron dos veces a las urnas, una en Marzo y una en Abril. En las dos ocasiones el NO gano por mayoría. La gran lección del NO de Islandia es la consistencia del voto del ciudadano promedio con respecto a la esencia microeconómica del capitalismo, cada uno paga por los errores que comete.

Castigaran los mercados financieros a Islandia? Lo dudo. Los mercados no tienen memoria, la sed de ganancias financieras no tiene memoria. Y la lección para los tecnócratas? Antes de imponer deudas innecesarias a sus ciudadanos, consúltelos, finalmente son ellos los que pagaran los costos y beneficios de la política económica.

viernes, 1 de abril de 2011

Desarrollo y subdesarrollo: una cuestión local

(La Patria, Abril 4 de 2011; El Mundo, Abril 6 de 2011)

El Indice de Desarrollo Humano (IDH), inventado por el economista Pakistaní Mahbub ul Haq es después del PIB, la estadística de referencia más utilizada para comparar niveles de desarrollo entre países. La idea surgió en los setentas y la primera publicación fue en 1990. La idea central de este índice es resumir en un solo número tres dimensiones del desarrollo humano: salud, educación y condiciones de vida. La salud es medida a través de expectativa de vida, la educación a través de los años de escolaridad logrados y esperados, y finalmente las condiciones de vida a través del ingreso por habitante.

La simplicidad del mismo ofrece bondades y limitaciones. Las bondades radican en la facilidad que este ofrece para comparar la evolución, en el tiempo, de las tres dimensiones mencionadas, y también como instrumento de comparación con otros países. En términos de limitaciones, la más importante es la incapacidad que este tiene para desenmascarar disparidades entre los habitantes de los países o localidades geográficas a las que se refiere. Este índice ha sido calculado intermitentemente en Colombia para algunas regiones y ciudades

El Proyecto de Desarrollo Humano de Norteamérica, una iniciativa del Consejo de Investigación en Ciencias Sociales (financiado por dos fundaciones privadas), se dio a la tarea de adaptar el concepto del IDH a la información existente a nivel local en EEUU, con el objetivo de investigar disparidades en desarrollo humano al interior de este país. Los resultados son muy dicientes.

Por ejemplo, el estudio encontró que los estadounidenses de origen asiático disfrutan de una esperanza de vida de 87,3 años, y los afroamericanos, de 74.3 años, una brecha de 13 años. Otro resultado muestra que un niño blanco nacido hoy en Washington, DC puede esperar vivir, en promedio, 83,1 años, 4 años más que la media nacional. Un bebé afroamericano en la misma ciudad tiene una esperanza de vida de solo 71 años, esto es, un atraso promedio de cuatro décadas. En Dakota del Sur, Oklahoma, Montana, Minnesota, Alaska, y Michigan, los nativos americanos pueden esperar vivir sólo hasta los años sesenta, esto es, un atraso promedio de sesenta años.

Este ejercicio estadístico sugiere claramente que el desarrollo no conoce de fronteras, la clasificación de países según niveles de desarrollo es inútil cuando de desarrollo humano se trata. El desarrollo o el subdesarrollo humano son una cuestión local, casi individual. Vivir en un país “desarrollado” no significa desarrollo para todos, al igual que vivir en un país subdesarrollado no significa “subdesarrollo para todos”.

jueves, 10 de marzo de 2011

Trabajadores sin productividad

(La Patria, Marzo 14 de 2011; El Mundo, Marzo 23 de 2011)

Una mirada histórica a la última década de estadísticas del mercado laboral en Colombia revela cifras de desempleo que se han mantenido persistentemente por encima del diez por ciento. Y esto, a pesar de tasas de crecimiento económico muy buenas. Ni hablar de las cifras de informalidad o de subempleo. Los economistas colombianos culpan principalmente a los altos costos de despido y de contratación vigentes en la legislación.

La crisis económica de los EEUU ha demostrado que esta combinación de altas tasas de desempleo con crecimiento económico positivo no es exclusiva de economías en desarrollo. En efecto, mientras que uno de cada diez trabajadores norteamericanos no consiguen trabajo, las ganancias del sector privado, principalmente los bancos, registran niveles record. Mientras que cerca del cuarenta por ciento de los trabajadores despedidos lleva más de seis meses sin conseguir empleo, los salarios en el sector privado están subiendo. Y aunque la recesión económica termino en Junio de 2009, el número de trabajadores aplicando por seguro de desempleo no regresa a los niveles vistos antes de la recesión.

Estas circunstancias están llevando a algunos académicos a reconsiderar las teorías de desempleo, tradicionalmente enfocadas en salarios rígidos a la baja, falta de demanda, y altos costos de contratación y despido. Por ejemplo, en una reciente columna en la revista Foreign Affairs, los profesores Cowen y Lemke sugieren la existencia de trabajadores cuya productividad marginal es cero. Es decir cuyo aporte al producto de una compañía es nulo.

De acuerdo con la teoría, las bonanzas económicas tienden a inflar las expectativas de los empresarios y por ende aumentan el empleo. Muchos de estos trabajos y trabajadores no son esencialmente útiles y los empleadores no se toman la molestia de averiguar quiénes son. Erradicar a los trabajadores menos productivos toma tiempo y crea problemas en el ambiente laboral innecesarios en una economía boyante. Así, las empresas simplemente dejan la tarea para después.

El después ocurre cuando llega una recesión, y las empresas se dan a la tarea de recortar costos a como dé lugar, manteniendo la producción en la medida de lo posible intacta. Cuando esto sucede emerge una triste realidad: existe un segmento de la población cuyo valor agregado es cero, o si no cero, al menos si menor que el costo de tenerlos en la nómina.

La lección que deja la experiencia norteamericana, donde los mercados laborales son mucho más flexibles, es que el problema de fondo detrás del persistente desempleo de un segmento de la población, no es inflexibilidad en el mercado laboral, es de un sistema educativo que se permite a sí mismo entregar a la sociedad trabajadores con productividad cero.

jueves, 17 de febrero de 2011

Grandes improvisadores

(El Mundo, Febrero 21, 2011; La Patria, Febrero 27 de 2011)

En 1978, Herbert A. Simon gano el premio Nobel en Economía por su “trabajo pionero en los procesos de toma de decisiones dentro de organizaciones económicas”. La contribución más importante de Simon fue demostrar teórica y empíricamente las limitaciones del supuesto de racionalidad perfecta dominante en la teoría económica. El cerebro humano no es una maquina perfecta capaz de procesar información y tomar decisiones óptimas. Toda decisión humana está limitada por factores cognitivos, emocionales, sociales, culturales y por una altísima incertidumbre.

Lo más interesante en el trabajo de Simon fue demostrar que esto también se cumple al nivel empresarial. Esto, era y sigue siendo completamente contra intuitivo, no solo porque las empresas reúnen muchos cerebros, cuyas fortalezas deberían complementarse, sino porque todas tienen un objetivo claro y tangible, maximizar ganancias. En febrero de 2011 se cumplen diez años de la muerte de Simon. Un buen momento para revisar el estado de la investigación en esta materia.

Saras Sarasvathy, profesora de la Escuela de Negocios de la Universidad de Virginia, y alumna del profesor Simon es una de las líderes en la materia. Los resultados más recientes aparecen en la edición de Febrero de la revista norteamericana Inc. De acuerdo con Sarasvathy, hoy por hoy, los empresarios exitosos basan sus decisiones en lo que ella llama “racionalidad efectual” (traducción no oficial, sitio web: http://effectuation.org/) y no en la tradicional y académica “racionalidad causal”.

Según esta teoría, los empresarios exitosos son grandes, brillantes improvisadores. No son máquinas calculadoras. En el razonamiento causal, se empieza con un objetivo específico y un determinado conjunto de medios para llegar a este. Utilizando el razonamiento efectual, se parte con sólo un conjunto de medios, y en el proceso de implementación, los objetivos poco a poco emergen. Así, una característica fundamental de los empresarios exitosos es su capacidad para evaluar el entorno, y usando sus fortalezas individuales y recursos disponibles, redefinir objetivos y reaccionar creativamente a los problemas que cada día trae.

Las conclusiones de Sarasvathy vienen de entrevistar alrededor de 45 empresarios, todos ellos con más de 15 años de experiencia, más de una empresa, más de un gran éxito, varios fracasos, y con al menos una compañía cotizando en bolsa.

La mejor metáfora para el empresario exitoso, es la del chef que hace maravillas con los ingredientes que tiene, y no la del chef que necesita una receta para seguir a pie juntillas. Celebremos que aun en la era de la información y de la tecnología de punta, el éxito económico radica en un talento que brilla por su irracionalidad e imprevisibilidad: el ingenio humano.

domingo, 23 de enero de 2011

Australia

(El Mundo, Enero 25 de 2011; La Patria, Enero 31 de 2011)

Los últimos 3 años no han sido fáciles para algunas economías desarrolladas. En 2008, por ejemplo, estallo la crisis financiera de Estados Unidos. En 2009 el mundo empezó a vivir la caída de “países milagro” como es el caso de Islandia. En 2010, la Comunidad Europea tuvo que ejecutar dos enormes operaciones de rescate: Irlanda y Grecia. El 2011, comienza con enormes dudas respecto de la solidez financiera de España y Portugal, y sobre el Euro en general.

Estas circunstancias han revivido debates económicos que se suponían sepultados. Por ejemplo, el rol del Estado en el crecimiento económico. Antes de la crisis, se creía que existían dos modelos de desarrollo. El capitalismo norteamericano, con un Estado pequeño en relación con el tamaño de la economía (un 30%), y donde la inequidad en la distribución del ingreso es muy alta. La filosofía de “el que no tiene es porque no quiere trabajar” domina el discurso que define las políticas públicas que subyacen este modelo económico. El otro modelo es el capitalismo escandinavo, donde el Estado es grande con relación al tamaño de la economía (un 55%), y donde la inequidad es baja, dada la enorme cantidad de bienes provistos por el gobierno de forma gratuita y universal. El costo del segundo modelo es una altísima tasa de tributación para todos los ciudadanos.

De acuerdo con esta dualidad, los países en vías de desarrollo debían escoger cual de los dos modelos emular, y conforme a ello, diseñar su política económica y social. Pero la realidad es que tal dualidad es más un artefacto ideológico que un postulado científico. Australia, de acuerdo con un provocativo análisis publicado por David Alexander, en la última edición de la revista australiana “Política”, es el mejor ejemplo de un modelo económico en el que pueden coexistir un gobierno pequeño y una sociedad igualitaria. Es decir, una sana combinación de libertad económica y justicia social.

En efecto, entre los países desarrollados, Australia tiene los niveles más bajos de gasto público y de nivel de impuestos, es tercera debajo de Hong Kong y Singapur según el Índice de Libertad Económica calculado por la fundación norteamericana Heritage, es el sexto país con mejor distribución de riqueza. Adicionalmente, Australia tiene uno de los niveles de deuda pública más bajos de todos los países desarrollados, y es la decima economía a nivel mundial en términos de ingreso per cápita, lo que hace menos probable un aumento de los impuestos en el futuro.

El secreto de Australia es fácil de describir pero difícil de alcanzar: focalización casi milimétrica del gasto público a quien de verdad lo necesita y un sistema de impuestos realmente progresivo en el cual los que más ganan más pagan. Esto por supuesto en el marco de otras tantas políticas públicas pro libertad económica y pro justicia social. Es una lástima que Colombia y los colombianos estemos tan alejados de un país tan interesante, no solo física sino diplomáticamente (la embajada más cercana esta en Chile). A juzgar por los indicadores mencionados, podríamos inspirar más políticas públicas en modelos como el australiano.