viernes, 12 de agosto de 2011

Gran Ironía

(El Mundo, Agosto 13 2011; La Patria, Agosto 16 2011)

La pregunta de rigor por estos días es si la bajada del grado de inversión de la deuda de EEUU desde AAA hasta AA+, sumada a una economía estancada, sugiere que estamos presenciando la caída de la hegemonía de este país en el mundo. Lo dudo. Los EEUU siguen teniendo la mayor cantidad de capital financiero y capital humano del planeta. Y aún más, tienen la mayor influencia cultural del mundo. Si usted no está tomando clases de chino o está pensando en que sus hijos aprendan chino en lugar de inglés, usted está reforzando dicha influencia.

Creo que el gran perdedor se encuentra en otra esfera. La teoría económica volvió a sufrir un gran golpe. En 2008, aprendimos que los macroeconomistas son incapaces de ponerse de acuerdo respecto a predecir una gran depresión económica. En Agosto de 2011, aprendimos que los políticos norteamericanos desconocen los más mínimos principios económicos.

Y como son las ironías, esto sucede en el país donde la teoría económica encuentra a sus mejores exponentes. O sí no, como explicar la irracionalidad económica del debate político sobre sí elevar o no el nivel de endeudamiento?, y como consecuencia, sí permitir al gobierno pagar sus obligaciones?.

La razón radica en una peligrosa analogía con un poder retorico de proporciones enormes. La analogía consiste en comparar las finanzas de un país con las finanzas de un individuo. De acuerdo con la misma los países son como los individuos, razón por la cual no deberían gastar más de sus ingresos y no deben mantener un nivel de deuda que no puedan pagar con su ingreso corriente. Esta analogía es falsa en épocas de crisis, un país y un hogar son dos cosas muy distintas. Las herramientas al alcance de cada uno para superar una crisis son muy diferentes. La analogía ha sido usada con gran éxito por un grupo de congresistas cuya consigna es no pagar impuestos.

Asistimos a la violación de dos principios sagrados de la teoría económica. El primero, hay que pagar las deudas. La estabilidad del sistema financiero mundial radica en la confianza y en la existencia de un activo seguro, con cero riesgo. Este ha sido la deuda pública norteamericana. Si este no existe, el sistema se desconfigura. El segundo principio es aquel según el cual cuando una economía está en depresión solo una enorme expansión fiscal puede sacarla del atolladero.

O bien, los que quieren abolir los impuestos y por ende el gobierno, le están dando al mundo una gran lección de teoría económica, o bien, estamos presenciando una de las mayores ironía del mundo, el país que promueve y produce la mejor teoría económica la considera irrelevante.

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