viernes, 16 de diciembre de 2016

Corea del Sur

(El Mundo, diciembre 15 de 2016)

La semana pasada el parlamento de Corea del Sur destituyó a la presidenta Park Geun-hye de su cargo por delitos de corrupción. Este desafortunado hecho no debe opacar la extraordinaria trayectoria de este país y las muchas lecciones que tiene para el mundo.

Los latinoamericanos estamos acostumbrados a mirar hacia los Estados Unidos como país ejemplo. Comparamos a nuestras instituciones, infraestructura, y empresas con las norteamericanas. Pero ahora con la llegada del señor Trump a la presidencia de ese país las cosas van a cambiar, las instituciones que conocemos pueden ser destruidas y por esto necesitamos nuevos referentes. Especialmente aquellos países que conserven un modelo económico orientado hacia los mercados.

Si miramos hacia Europa, están Alemania, Inglaterra y Francia. Si miramos hacia Escandinavia estarían Noruega, Suecia y Finlandia. Si miramos hacia Oceanía estaría Australia. Y finalmente si miramos hacía el Asia estaría Corea del Sur.

En la década de los cincuentas Corea del Sur salió de una guerra que lo dejó en la ruina. Hoy es el país número 17 en desarrollo humano del mundo, con una expectativa de vida de 82 años, una escolaridad promedio de 12 años y un ingreso per capita de 34 mil dólares.

El sistema de salud de este país es uno de los más avanzados del mundo. Tiene cobertura universal, con un gasto total que alcanza apenas el 7.2% del PIB (lo mismo que Colombia). El sistema de información en salud de este país es altamente sofisticado. Esta desarrollado para: detectar epidemias de manera temprana; detectar fraude; evitar el uso potencialmente dañino de medicamentos; y, calificar y remunerar o castigar a los prestadores de salud de acuerdo a la calidad de sus servicios.

La infraestructura de comunicaciones y de transporte masivo del país es simplemente impresionante. En educación, también son lideres. Por ejemplo, en las pruebas Pisa 2015 Corea del Sur es el país numero 11 del mundo es ciencias, el numero 7 en lectura y el número 7 en matemáticas.

Los países orientales tienen mucho que enseñarnos, y lo más irónico de todo es que además tienen toda la disposición para hacerlo. El problema es de nuestra cultura americanizada y de una dirigencia que no se fija más allá de las narices o del vecindario. Mucho ganaríamos si sobrepasamos los limites culturales y geográficos y nos acercamos más a los ejemplos que llegan desde el lejano oriente.

jueves, 1 de diciembre de 2016

Igualdad para el hombre

(El Mundo, Diciembre 1 de 2016)

La semana pasada se celebró el día internacional del hombre. Con mucha certeza me atrevería a decir que ningún hombre recibió un pequeño detalle.  En épocas en que tanto hablamos de la igualdad de genero, creo que nos estamos quedando con solo una parte de la historia.

Según el estereotipo latinoamericano (e incluso internacional) los hombres siguen siendo los cazadores de épocas ancestrales. Son formados para ser proveedores y el éxito de sus vidas se mide por la cantidad de provisiones que consigan. Es otra tradición de la época de las cavernas que la sociedad contemporánea no supera. No es descabellado decir que la proliferación de hogares destruidos y de hijos no deseados que explica tantos males del mundo actual, esta en buena parte asociado a este estereotipo inculcado desde la cuna.

La lucha de las mujeres por la igualdad de genero ha mostrado qué en un buen número de situaciones la balanza se inclina claramente a favor de los hombres, especialmente en temas del mercado laboral, o de uso de violencia física y psicológica. Bienvenidos esos datos, y toda medida para corregirlos.

Pero también hay situaciones donde la balanza podría estar inclinada en contra de los hombres, y esta también debería ser una preocupación de la sociedad. Algunos ejemplos: la mayoría de las muertes por violencia interpersonal son de hombres; en Colombia hay 4 suicidios masculinos por 1 femenino según Medicina Legal; y son mas los hombres habitantes de calle que las mujeres.

No se trata de contraponer las problemáticas de un genero como culpabilidad del otro genero, es decir, los males de los hombres como culpa de las mujeres, o viceversa. En esto coincido. De hecho es precisamente eso lo que debe evitarse, porque la igualdad de genero no puede convertirse en la lucha de genero.

Pero regresando a la motivación de esta columna, hay problemas sociales y conductas sociales que claramente están sobrecargadas en un genero o en otro, y en cada caso debería darse igual importancia en la discusión de política publica como un tema de genero.

Hace falta un movimiento “masculinista” que ayude a visualizar los problemas del genero masculino, a documentarlos y a exigir medidas de política pública de la misma manera que hoy se hace con los del genero femenino. Eso es verdadera igualdad de genero.

martes, 15 de noviembre de 2016

Epistocracia

(El Mundo, noviembre 17 de 2016)

Los resultados recientes en Estados Unidos, Colombia e Inglaterra, donde los votantes parecen haber elegido la opción menos racional, despiertan una pregunta muy importante ¿es la democracia la mejor opción para tomar decisiones colectivas?

De tiempo atrás, desde que la gente eligió a Barrabas por encima de Cristo, se sabe que son las emociones las que dominan a la hora de votar para el ciudadano desinformado y no un calculo racional de lo que mas le conviene al colectivo. Siendo consecuentes debería hacerse algo para remediar este problema. ¿Cuales son las alternativas?

El filósofo político Jason Brennan en un libro reciente titulado “Contra la democracia” (Against Democracy) retoma los preceptos de antiguos filósofos que se han opuesto a la democracia. Platón y John Stuart Mill, sostenían que el voto universal es un mal sistema, porque da el mismo peso al voto de una persona completamente desinformada que al de una informada. Haciendo de esta manera demasiado vulnerable el sistema a la manipulación por parte de los profesionales en el arte del engaño.

Brennan defiende un sistema llamado epistocracia (epistocracy) en el cual el poder del voto no se obtiene por el mero hecho de respirar y haber nacido en el país, sino que debe ser ganado. Sólo aquellos con un grado suficiente de información, de educación, y de conciencia política deberían tener en sus manos tan poderosa arma.

La idea tiene fundamento, se acabaría la compra de votos, se acabarían los gobiernos desastrosamente populistas (como el de Venezuela), seguramente se acabaría la financiación ilegal o cuasilegal de las campañas, y se acabarían las odiosas campañas políticas. Qué mas quisiera uno por el bien de este país. Desafortunadamente el problema con estas propuestas es como volverlas operativas. Una opción es darle un voto que cuente mas veces a las personas que demuestren un nivel de entendimiento del acontecer político, social y económico suficiente. Pero no existe un examen valido y si existiera sería altamente manipulable. Otra opción es restringir el voto, por niveles de educación, pero esto sería altamente impopular.

La buena noticia es que existen modalidades de votación más sofisticadas que la mayoría simple. Definitivamente coincido con la idea de que el voto es tan valioso y tan importante como herramienta de decisión que no debería ser regalado a cada individuo sino que los individuos deberían hacer méritos suficientes para ganárselo.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Gobernar no es producir

(El Mundo, noviembre 3 de 2016)

Al presidente de los Estados Unidos, Obama, le quedan pocos meses en el poder. A diferencia de Bush y de Clinton, y especialmente por su perfil académico, creo que va a ser muy interesante leer y escuchar sus reflexiones como expresidente.

De hecho, ya empezó. Recientemente, hizo unas declaraciones en un evento en la Universidad de Carnegie Mellon en Pittsburgh que vale la pena recoger, y que podríamos resumir como “Gobernar no es producir”. En ocasiones, dice el presidente Obama, los presidentes de compañías privadas de gran prestigio y rentabilidad en los EEUU se le acercan y le hablan de liderazgo y de cómo se hacen las cosas en el sector privado. Todos con una cierta soberbia e insistiendo en un viejo mito: el gobierno debería ser manejado como se manejan las empresas privadas.

Los empresarios se equivocan. En primer lugar, la tarea de los gobiernos es hacer precisamente aquellas cosas que ninguna entidad privada se metería a hacer porque no son rentables. Un buen ejemplo es Internet, desarrollado por el Pentágono en un momento en el cual una empresa privada tenía el monopolio de las redes de comunicación. Las grandes obras de infraestructura también son excelentes ejemplos, incluyendo las de transporte masivo.

En segundo lugar, la tarea de los gobiernos es crear el ambiente legal, regulatorio que permite los negocios, y por supuesto construir la infraestructura para mover los bienes y servicios que se comercializan. Es una ilusión de los hombres de negocios el pensar que se han hecho solos. El capital humano en que se basan sus empresas se debe en gran parte a la educación que sus empleados recibieron en universidades públicas, por ejemplo.

Y en tercer lugar, los mercados son inherentemente inequitativos, los empresarios aman la competencia cuando se trata de entrar al mercado, pero luego odian la competencia y se la pasan tratando de acabar con ella, para quedarse con todo el mercado. Dice el Presidente Obama que allí radica la tercera gran tarea de un gobierno, combatir las inequidades, asegurarse que “el ganador no se lo lleve todo”, asegurarse que los que no tuvieron las mismas oportunidades puedan llevar vidas dignas, que entre otras cosas, los vuelve consumidores de las cosas que venden los empresarios.

Dice Obama que hay gastos e ingresos que son de carácter colectivo, y cuyos resultados no se ven en el balance o el estado de ganancias privado, sino que son parte de los estados financieros colectivos. Por estas razones, gobernar no es producir.

martes, 18 de octubre de 2016

Impuestos y ministros

(El Mundo, octubre 20 de 2016)

En estos días la reforma tributaria modelo 2016 empieza a robarse la atención de los colombianos. Lo cierto, corroborado por las cifras, es que muchos colombianos con capacidad de contribuir no lo están haciendo. Incluidos algunos ministros.

Hace quince días dedique esta columna a mostrar que las cifras de pobreza y de afiliación al régimen subsidiado no cuadran. En los datos a nivel departamental se ve que el comportamiento no es de una región del país, sino que es generalizado. Hay gente recibiendo un subsidio que tiene capacidad de pago. Lo que se sabe de la Reforma es que el espíritu es simplificar y aumentar el número de personas que contribuyen a las finanzas públicas. Ojala que esto suceda por el bien de este país.

El monotributo o impuesto a pequeños negocios es una gran idea, como se puede ver en las tablas que ya se han publicado, no llega al millón de pesos anual en negocios que tengan ingresos por debajo de 104 millones. El aporte no es significativo frente a esos ingresos, pero si formaliza todas estas actividades. Se sabe que también van a poner a tributar a organizaciones sin animo de lucro, muchas de las cuales son fachadas y lavaderos descarados de plata ilícita; a organizaciones religiosas, muchas de las cuales son negocios descarados; y al sector cooperativo.

En materia de impuestos los colombianos tenemos una bipolaridad. De un lado pedimos y exigimos el mejor sistema de salud del mundo, el mejor sistema de educación, la mejor infraestructura y todos los gremios y dignidades un montón de subsidios. De otro se nos olvida que eso vale plata y que hay que recaudarla. Creo que hace falta más educación en finanzas públicas y en tributación, para que la gente entienda la magnitud de los gastos y de los problemas fiscales del país. Las cifras podrían generar un poquito de consciencia.

Pero es que en esto ni los ministros colaboran. Un análisis muy juicioso del profesor Alvaro Pachón en su blog (http://alvaropachon.blogspot.com.co/2016/09/santos-ii-gobierno-transparente-o.html) concluye que hay una relación muy débil entre el nivel de ingresos de un ministro y su riqueza. Además el pago de impuestos en algunos de ellos no se compadece con sus ingresos. Por ejemplo, la Ministra de Trabajo reportó en 2014 ingresos por 963 millones y pagó un impuesto neto de 16 millones de pesos. Los otros ministros pagaron de manera mejor de acuerdo a sus ingresos.

Definitivamente no se trata de más impuestos, se trata de que más gente pague impuestos. Si todos ponemos todos ganamos.

martes, 4 de octubre de 2016

La brecha pobreza y régimen subsidiado

(El Mundo, octubre 6 de 2016)

El Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS) colombiano se creó bajo el principio de solidaridad, de acuerdo con el cual los individuos aportan según su capacidad de pago y reciben servicios de acuerdo con sus necesidades de salud. También, desde su creación se planteó la protección financiera como un objetivo del mismo. La separación del SGSSS en los regímenes Contributivo y Subsidiado, respondió al origen y monto de los recursos de cada uno. Las contribuciones de patronos y empleadores obligatorias eran la gran fuente del Contributivo y el presupuesto general de la nación y otros ingresos de gobiernos locales las grandes fuentes del Subsidiado. Este último atendería a la población “más pobre y vulnerable”.

El instrumento escogido para realizar la selección de los más pobres fue el SISBEN, cuyo diseño técnico fue previo a la aprobación de la Ley 100. El SISBEN tiene un índice que mide el nivel socio-económico de un hogar y lo clasifica en uno de 6 niveles. Específicamente, los dos primeros niveles están asociados con los grados de mayor intensidad de la pobreza, siendo estas familias elegibles para ser afiliadas al régimen subsidiado. Debe anotarse que otros grupos poblacionales más pequeños tienen salud vía régimen subsidiado. Así las cosas el volumen de personas en este régimen y el volumen de personas en pobreza deberían coincidir o al menos estar en órdenes de magnitud similar.

Un análisis a los datos de personas en situación de pobreza monetaria y de afiliados al régimen subsidiado para un conjunto de 24 departamentos más Bogotá muestra que esto no así. En total en 2015 había 22 millones de personas afiliadas al régimen subsidiado y 13 millones de pobres. La brecha es de más de nueve millones de personas. Los departamentos dónde la brecha es mayor son Antioquia y Valle del Cauca con 898.594 y 866.880 personas, respectivamente.

La brecha señalada constituye evidencia parcial del error de inclusión de los esquemas de focalización de los subsidios del SGSSS. Y como es bien sabido el error está estrechamente relacionado con la existencia de incentivos perversos de algunas personas para beneficiarse del sistema de salud y no pagar.


La brecha es evidencia de una ineficiencia enorme del sistema de regulación y de rectoría en la financiación del mismo. La depuración y actualización de las bases de datos del régimen subsidiado es urgente. Allí hay una suma importante de recursos financieros que el sistema necesita para garantizar su sostenibilidad. Un cálculo simple a mano alzada muestra que si se incorporaran por lo menos un millón ochocientos mil hogares, con una contribución mínima de $27.578 pesos mensuales, correspondiente al 4% de un salario mínimo legal vigente para 2016 ($689.454), se recaudaría anualmente cerca de 600 mil millones de pesos adicionales de forma permanente.

martes, 20 de septiembre de 2016

Implementación y plata

(El Mundo, septiembre 22 de 2016)

Es muy sencillo, todos los acuerdos del acuerdo con las FARC necesitan dos cosas: capacidad de implementación y plata. Y de esas dos cosas el gobierno tiene más bien poco.

Al mejor estilo de las leyes colombianas, el acuerdo es un conjunto de promesas sin un juicioso cálculo de cuánto va a costar. En países serios, la política pública va acompañada de una apropiación presupuestal específica. Uno puede creer o no creer en los cálculos de los beneficios económicos de la paz. Personalmente he visto tantas proyecciones de crecimiento fallar que lo sensato es ser escéptico frente a los beneficios del crecimiento económico. Pero lo que sí es una realidad es que cada promesa escrita en el acuerdo vendrá con una factura que se la van a cobrar directamente al Ministerio de Hacienda. Y el Ministerio, cómo lo ha hecho siempre, cumplirá tarde o cumplirá parcialmente. 

No hay duda de qué lograr un acuerdo para que un grupo de personas dejen de cometer delitos es un logro que debe apoyarse. El voto por el si es una obviedad. Y siendo completamente cínicos es una forma elegantísima de someter a las FARC a la floja institucionalidad colombiana. Cada mes hay un paro en Colombia porque el gobierno incumplió una promesa. ¿Qué nos hace pensar que esta vez será diferente? Auguro que el primer paro de las FARC será en 2017.

Y el otro elemento, a veces fruto de la falta de plata, es la baja capacidad de implementación de la política pública que caracteriza este país. Todos sabemos que las leyes son muy bonitas en Colombia pero que no se cumplen o que se cumplen a medias. Los soñadores y los intelectuales creen que una vez un problema está solucionado intelectualmente, ya está resuelto, y la realidad siempre se encarga de recordarnos que es en los detalles de implementación donde fallan las grandes ideas. ¿Qué nos hace pensar que esta vez será diferente?. No hay ningún motivo para creer que las razones que llevan a este país a ser débil institucionalmente van a cambiar como por arte de magia por la firma de un acuerdo.

Si los acuerdos del acuerdo con las FARC funcionan al pie de la letra como lo dice el documento, entonces el mayor logro del acuerdo además de las muertes evitadas, será el fortalecimiento nunca antes visto de la institucionalidad colombiana para cumplir lo que promete. Veríamos por primera vez todo funcionando como debe ser, sin corrupción y al pie de la letra. ¿Será posible tanta belleza?

lunes, 5 de septiembre de 2016

Cámaras y accidentalidad

(Periodico El Mundo, septiembre 8 de 2016)

Desde hace unos 5 años o más rondan por las calles de las principales ciudades del país, cámaras de fotodetección. El propósito es capturar fotográficamente las infracciones al código de transito de los diferentes vehículos que transitan por las vías. El infractor recibe días después en su domicilio la prueba de la infracción y el número de comparendo con el valor a pagar por la misma.

Este tipo de política pública tiene fundamento en sí misma. Ante los costos de tener un agente de transito en cada lugar de la ciudad, es mas barato usar tecnología para castigar a los conductores imprudentes. Además, también es cierto que no hay mejor forma de motivar el cambio de comportamiento que aquel que toca el bolsillo de las personas.

Existe otra motivación para justificar la presencia de esta tecnología en las calles: disminución de accidentalidad y de la morbilidad y mortalidad que la acompañan. En 2015 Medicina Legal atendió 6.884 casos por personas fallecidas durante eventos de tránsito, en comparación con el año 2014 cuando se registraron 6.402 personas fallecidas. Igualmente se presentaron 45.806 personas lesionadas por accidentes.

Dos estudios, uno en Medellín y uno en Cali, muestran que el efecto de las cámaras de fotomultas sobre la accidentalidad no es claro. Juliana Álvarez Restrepo estudio el caso para Medellín y concluyó qué “la magnitud del efecto es negativa, a pesar de que no se contó con la cantidad información de deseada para obtener resultados con mayor contundencia”. En otras palabras parece existir evidencia de un efecto de reducción pero con incertidumbre.

En Cali, Juan Felipe González y yo, estudiamos estadísticamente el efecto de las cámaras instaladas en 2012 y encontramos que no hubo reducción en los accidentes debido a esta iniciativa y también mostramos que las cámaras no fueron ubicadas en los sitios de mayor accidentalidad.

Esta conclusión de Cali junto con la siguiente afirmación del trabajo de Alvares Restrepo “las cámaras en Medellín se instalan en vías con velocidades medias bajas con relación a las velocidades medias de las vías en las que se instalan radares de fotodetección en otros países” muestra que el criterio que probablemente ha sido determinante para la instalación de cámaras es el de frecuencia de infracción y no el de salvar vidas.

Como lo decía al comienzo de la columna, esto no descalifica la política, las infracciones deben pagarse y capturar a los infractores es la tarea de las autoridades de tránsito. No obstante, si valdría la pena que el criterio de accidentalidad y mortalidad fuera tan o más importante para la instalación de estas cámaras.

martes, 23 de agosto de 2016

Tan lejos y tan cerca de OCDE

(El Mundo, agosto  27 de 2016)

Desde 2011 Colombia está haciendo formalmente la tarea para ingresar a la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). Bien se ha explicado que este es un club de países con alto nivel de desarrollo económico que se reúnen de manera periódica en comisiones para discutir y buscar soluciones a problemas comunes. En dicha organización se analizan temas tan variados como: agricultura y pesca, corrupción, gobierno corporativo, mercados laborales, sistemas de salud, migraciones, internet y política tributaria entre otros.

Una de los principios fundamentales de este grupo de países es partir de la información cuantitativa y cualitativa para hacer sus análisis y de allí generar discusión, tomar decisiones, e implementar políticas públicas. Los resultados pueden reflejarse en acuerdos entre países, en estándares a seguir, o en guías de buenas prácticas.  

Hace poco se publicaron las estadísticas referentes a los sistemas de salud que conforman este club. El análisis de estos datos nos muestra que el camino es largo. En materia de gasto, estamos muy por debajo de los estándares OCDE: Colombia está 1.8 puntos porcentuales por debajo del promedio de gasto en salud como porcentaje del PIB de estos países, y cuando se analiza per cápita Colombia tiene el gasto en salud más bajo de todos los países, incluso teniendo en cuenta aquellos que también están haciendo la tarea de adherirse al grupo.

En materia de recursos para la atención en salud también estamos lejos. Mientras el número de médicos por mil habitantes en Colombia es de 1.8 el promedio de la OCDE es de 3.3. Mientras que la densidad de camas de hospital por mil habitantes es de 1.6 para Colombia, el promedio es de 4.7 en la OCDE.

Aun cuando la esperanza de vida al nacer ha sido creciente en las últimas décadas en Colombia, nos encontramos 6 años por debajo del promedio de OCDE. Y si miramos la tasa de mortalidad infantil, mientras el promedio de la OCDE para el 2014 fue de 4 defunciones para Colombia fue 3.5 veces mayor (14.1). La mortalidad infantil viene decreciendo, pero mi cálculo a mano alzada dice que de seguir la tendencia decreciente de los últimos 15 años (0.5 defunciones menos por año) Colombia alcanzaría el nivel actual de los países de la OCDE (4.0) en 20 años.

En fin, estamos cerca de ser parte de este club tan importante pero estamos lejos de muchos de sus estándares en materia de salud. Ojala que el Ministro de Hacienda y los colombianos entiendan que solo poniendo todos se enderezaran las finanzas del sector y por ahí derecho podremos invertir en cerrar la brecha que nos separa de los países OCDE.

miércoles, 10 de agosto de 2016

La encrucijada de las ciencias

(El Mundo, agosto 13 de 2016)

Los resultados de una encuesta a 270 científicos o estudiantes de ciencias alrededor del mundo muestran cuales son los siete problemas más grandes que enfrentan los investigadores en el mundo.

Este trabajo periodístico liderado por Julia Belluz, Brad Plumer, and Brian Resnick y publicado en Vox señala cómo primer problema la financiación. Para hacer estudios se necesita dinero, y cómo es obvio este escasea. Cuando las fuentes públicas se agotan, la siguiente opción es la financiación privada. Pero no hay financiación privada sin intereses privados.

El segundo problema, derivado del primero, es que cada vez más se exige a los científicos resultados espectaculares, hallazgos que cambien el mundo y que solucionen los grandes problemas. Se espera que los científicos se conviertan en una suerte de celebridades. Y son estos científicos estrella, los que se llevan el dinero. Esto genera presión por resultados, lo que muchas veces termina en estudios mal diseñados, o peor aún en fraude. 

Lo que nos lleva al tercer problema: la replicabilidad de los estudios. Cada vez con mayor frecuencia se encuentra que los resultados de algunos estudios famosos no pueden repetirse. No necesariamente se trata de fraude, algunos estudios fueron hechos en condiciones tan particulares que simplemente no es posible hacerlos de nuevo. El problema es que hay industrias enteras que pueden estarse lucrando de lo que podríamos denominar engaños masivos por estudios mal diseñados.

El cuarto problema de la ciencia actual es su sistema de pesos y contrapesos. El proceso de revisión de pares, según el cual los colegas del científico juzgan la calidad del estudio para su posterior publicación, tiene serios problemas. El más grande de todos son los sesgos por ideología o por teoría.         

El quinto problema es la diseminación del conocimiento. Lo que muchos no saben es que en el mundo científico hay que pagar por tener acceso a los artículos académicos. Se calcula que un estudiante de doctorado que no tenga la suerte de estar en una universidad con buenas suscripciones a revistas científicas tendría que pagar hasta mil dólares semanales durante su etapa de revisión de literatura.

El sexto problema es la diseminación al público general del conocimiento en un lenguaje apto para no expertos. Hoy es muy frecuente que se deje esta tarea tan importante en manos de personas inexpertas en los medios de comunicación.

El último problema identificado es el alto nivel de estrés que tienen los jóvenes científicos, se ha documentado que los niveles de depresión y ansiedad en estudiantes de doctorado es muy alto.

La encrucijada de las ciencias es real, aunque esto no quiere decir que se van a acabar los científicos, si es cierto que se necesita corregir los problemas mencionados para avanzar hacia una sociedad que se apoye en una mejor ciencia.

jueves, 28 de julio de 2016

SOAT

(El Mundo, julio 30 de 2016)
(Una versión del mismo argumento en El Espectador, Agosto 5 de 2016)

El Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) es un seguro exigido a todo vehículo motorizado y tiene por objeto proteger a todas las víctimas de accidentes de tránsito cuando su salud se ve comprometida. Cubre lesiones o muerte de personas, independiente de quien tuvo la culpa del evento. La atención se presta a todas las personas involucradas en el accidente sean conductor, acompañantes o peatones.

El SOAT se justifica en dos principios: solidaridad y universalidad. El principio de solidaridad se refiere a que los generadores del riesgo deben aportar los recursos requeridos para la atención de las víctimas de accidentes. El principio de universalidad  se refiere a la posibilidad de que toda víctima de un accidente de tránsito tenga derecho a la atención debida. 

En caso de accidente, cada víctima tiene derecho al traslado desde el sitio del accidente al centro de salud más cercano; la atención médica completa desde la atención inicial de urgencias hasta la rehabilitación final. El seguro también incluye indemnización en caso de incapacidad permanente y gastos funerarios e indemnización  en caso de muerte. Pero el SOAT tiene un tope de gasto, y cuando se supera es la EPS de la víctima la que debe cubrir el remanente de acuerdo a las coberturas del POS. Esta continuidad muestra que el POS y el SOAT comparten un fin común, la recuperación de la salud.  Sin embargo esta continuidad también es parte de los problemas que se denuncian a diario en medios y que viven los prestadores, pacientes y aseguradores: “guerra de ambulancias”, falsos accidentes, doble facturación, precios de facturación escandalosos, realización innecesaria de procedimientos, fragmentación en la atención, o literalmente la suspensión de servicios.

La mayoría de estos males se explica por una razón, las facturas del SOAT las pagan compañías privadas de seguros. Lo que hace que las facturas sean pagadas entre 30 y 45 días, mientras que cualquier factura en el POS pagada por una EPS puede tomar dos o tres veces ese tiempo, y si es No POS puede simplemente no ser pagada.

La mejor opción es combatir la corrupción, pero ya sabemos que en este país esas son palabras vacías. Una segunda opción de política pública que atacaría los problemas mencionados y que de paso ayudaría al gobierno a recaudar mayores ingresos para el sistema de salud, que bien sabemos está literalmente quebrado, sería modificar las reglas de juego del SOAT para incorporar estos recursos en su totalidad al FOSYGA. Habrá seguramente detalles técnicos y legales que deban resolverse pero es una alternativa que debería al menos considerarse desde el Ministerio de Salud y de Hacienda en la actual coyuntura financiera del sector. Y de paso podrían echarle una miradita a las ARL.

martes, 19 de julio de 2016

Curules para otros

(El Mundo, julio 16 de 2016)

De acuerdo con las FARC-EP, y según noticias de Abril de este año, el presidente Santos les ofreció públicamente 10 curules en el Congreso.  De este tema no se ha vuelto a hablar, y aunque la idea suena descabellada, no lo seria tanto sí va acompañada de curules para mas gente que las merece.

Bien es sabido que el sistema electoral colombiano, el que elige cada cuatro años congresistas esta sujeto a las leyes de mercado. Si se tiene el dinero suficiente es posible comprar una curul. La compra de votos ha sido genialmente documentada en todos los medios del país. Como es natural, el congresista que fue elegido de esta manera, tiene su mente y su conciencia comprada y se convierte en un títere de quienes lo financiaron. Así las cosas, el voto popular y la democracia, son meras fachadas. Un juego en donde con cara pierdes tu y con sello gano yo.

Si se parte de esta realidad, unas curules que se le den a las FARC-EP son tan antidemocráticas como las compradas. Entonces podría uno sugerir que por una sola vez, se den también curules a personas que puedan aportar desde su conocimiento a un mejor Congreso. Sería intentar algo diferente, y quizá para el gobierno Santos una forma de ganar popularidad frente a la idea de dar curules a las FARC-EP.

Se me ocurre que las universidades con acreditación de calidad son candidatas ideales para proporcionar este conocimiento. Cada universidad, según sus fortalezas y liderazgo, podría proponer un profesor. Los profesores podrán elegir la subcomisión que mejor se adapte a su posible contribución. En suma la propuesta es que por cada curul a las FARC se de una curul a un profesor universitario.

Y como al público en general le molesta tanto lo que le pagan a los congresistas, no hay problema, los profes se quedan ganando lo que ganan en sus universidades. El costo sería simplemente transporte y alojamiento a Bogotá. No necesitarían tener un cuerpo legislativo, pues sus estudiantes y colegas les ayudarían a redondear de manera mas técnica sus propuestas. Y por supuesto, por ningún motivo podrían ser reelegidos. La independencia solo la da no tener nada que negociar nada para ser reelegido.

Ahí queda pues la propuesta, una curul para un profesor por cada curul para un exguerrillero. 

martes, 28 de junio de 2016

Un abuso de la estadística

(El Mundo, julio 2 de 2016)

La semana pasada la democracia habló en Inglaterra. Los ingleses fueron invitados a decidir si querían retirarse o seguir haciendo parte de la Unión Europea. Y su decisión por estrecho margen fue retirarse. La génesis de todo fue el ego del primer ministro David Cameron, y las cosas salieron mal.

Salieron mal porque la decisión de los ingleses de abandonar la Unión Europea tendrá consecuencias económicas y por lo que se puede leer quizá también políticas sí es que prosperan el renovado ímpetu independentistas de Irlanda y Escocia. Los expertos y técnicos en materia de economía fueron claros en advertir cuales serían los posibles efectos económicos de la decisión de salir. Los que lideraron la campaña por salir de la unión minimizaron las advertencias en materia económica y enfocaron sus baterías en un argumento basado en el rechazo a los inmigrantes.

De las cosas mas dicientes e interesantes que han salido en la prensa es un artículo en el Washington Post que investigó las tendencias de búsqueda en google de los ingleses el jueves en que se realizó la votación. Las cinco preguntas mas buscadas respecto al referendo fueron: ¿Cómo votar en el referendo? ¿Qué es el Brexit (el nombre coloquial que se le dio al referendo)? ¿Quiénes pueden votar en el referendo? ¿Cuándo es el referendo? y ¿Dónde puedo votar?. Y las cinco preguntas mas buscadas respecto a la unión europea (UE) fueron: ¿Qué significa salirse de la UE?  ¿Qué es la Unión Europea? ¿Qué países pertenecen a la UE? ¿Qué pasará ahora que hemos abandonado la UE? ¿Cuántos países hay en la UE?.

El significado de esto es mayúsculo, en pocas palabras mucha gente no sabía realmente cual era la trascendencia de su voto, no sabían ni que es la Unión Europea ni porque tenían que votar. Cabe recordar que según el índice de desarrollo humano de 2014, los ingleses son la sociedad más educada del mundo con 13.1 años de escolaridad promedio de sus habitantes. El dato para Colombia es apenas 7.3 años.  

Es claro que entre el Reino Unido y Colombia hay grandes diferencias y que una cosa es el Brexit y otra el proceso de paz. Sin embargo queda la duda: ¿sabrán los colombianos realmente que van a votar cuando de refrendar los acuerdos del proceso de paz se trate?. La experiencia del Reino Unido muestra que la manipulación emocional de las urnas puede ser muy perjudicial para un país, mejor dicho es demasiada democracia. Bien decía el sabio Borges que la democracia es un abuso de la estadística y que para resolver ciertos problemas no hay que consultar a la mayoría de la gente.

miércoles, 25 de mayo de 2016

Mitos de la informalidad

(Diario El Mundo, junio 2 de 2016)

La Revista Dinero publicó recientemente un artículo titulado “Ventas ambulantes: ¿Demasiado buenas para dejarlas?”. Con un trabajo de campo relativamente sencillo en la ciudad de Bogotá, concluye el artículo que las ventas diarias están entre los cien mil y los doscientos mil pesos, es decir unos dos millones mensuales, y que este negocio deja una rentabilidad de 69% aproximadamente. Los riesgos, también resaltados por el mismo artículo, son altos: perder la mercancía, largas horas de trabajo, y estar al sol y al agua. 
     
Una encuesta a 527 vendedores ambulantes del centro de Cali realizada en 2014, en un ejercicio más riguroso que el hecho por la revista Dinero por estudiantes de Maestría en Gobierno y del Observatorio POLIS de la Universidad Icesi, encontró resultados similares. El Ingreso mensual del vendedor promedio es de un millón de pesos fruto del trabajo de 6.5 días a la semana por 11 horas diarias; un 69% está en el régimen subsidiado de salud; un 31% tiene casa propia; y el 56% tiene educación primaria. La mayoría declara que su ocupación provee los recursos suficientes para cubrir sus necesidades básicas y el 93% no vendería su negocio.

Estos dos trabajos coinciden en afirmar que las ventas ambulantes no son un mal negocio. Especialmente cuando se tiene en cuenta que no hay pago de impuestos y que muchos reciben subsidios del gobierno por ser parte del SISBEN. Ninguno de los trabajos toca otro tema delicado, cuántos de estos negocios son parte de una maquinaria de lavado de activos y de mafias mucho más grandes usadas para actos ilícitos.

Lo que nos enseñan estos datos es que las ventas y los vendedores informales no pueden verse con ojos ingenuos, o juzgarse por lo que se ve a simple vista. Es lo que podríamos llamar el mito de la informalidad. Esta población tiene incentivos muy fuertes a no formalizarse individualmente, a evadir impuestos, a seguir usurpando un espacio público que no les pertenece.

La solución no es fácil ni evidente, de hecho, la mayoría de las soluciones han fracasado. Basta con ir a los centros de cualquier ciudad colombiana. Lo que muestran estos estudios es que la política pública debe partir de una concepción diferente, con excepciones por supuesto, no estamos hablando de “pobres viejecitas sin nadita de comer” sino de individuos perfectamente racionales que rechazan un trabajo formal, están consiente o inconscientemente vinculados a actividades ilícitas y que están fuertemente subsidiados por los demás ciudadanos.

martes, 17 de mayo de 2016

Tecnología al ataque

(El Mundo, mayo 19 de 2016)

Muchos titulares de prensa nos repiten y recuerdan que el sector salud es proclive a abusos y corrupción. Bien sabido es que el monstruo de la corrupción vive en la oscuridad, y en este caso concreto, la oscuridad significa la ausencia de información pública.  Los Panamá papers, los wikileaks y demás filtraciones de información secreta al público son pasos en la dirección correcta para que más y más ojos se unan en la gran tarea de buscar y dejar al descubierto a los corruptos.

Pues bien, el Ministerio de Salud y Protección Social ha dado un paso enorme en esta dirección. A partir de junio de 2016 todas las personas en Colombia que requieran medicamentos, tecnologías o procedimientos que no estén incluidos en el plan obligatorio de salud (el famoso No POS) podrán recibirlos sin pedir autorizaciones a las entidades promotoras de salud (EPS) según la Resolución 1328 de 2016. Esto se logró gracias a que el Ministerio desarrolló un aplicativo web en el cual los profesionales inscritos en el Registro de Talento Humano en Salud (Rethus), podrán prescribir y registrar las solicitudes para los pacientes que así lo requieran, sin que la EPS deba autorizar.

La noticia es buena para los pacientes, porque implica un trámite menos, pero es mejor para el sistema porque va a destapar la olla del No POS. Es decir todo aquello que los jueces ordenan cuando fallan tutelas a favor de los pacientes. En esa olla, se sabe que hay de todo, desde demandas por servicios que son justas hasta abusos injustificados. Los abusos van desde los más triviales como exigir que una montura de gafas sea de una marca específica, o recetar el triple de pañales que se necesita al día, hasta sillas de ruedas que cuestan 25 millones de pesos.

Este tipo de sistemas donde se sabe quién esta ordenando qué y por qué valor existen en países desarrollados como los Estados Unidos. La organización ProPublica (https://www.propublica.org) ha utilizado esta información para desarrollar bases de datos que permiten a cualquier persona buscar por internet un médico con nombre propio o una IPS y saber todo lo que ha prescrito (https://projects.propublica.org/checkup/). Periodistas acuciosos han descubierto médicos que facturan millones de dólares y que ordenan lo que no debieron ordenar. Más de uno está detrás de rejas o bajo una seria investigación por fraude. O simplemente ya es blanco de los comentarios de sus pares y colegas.

Esperemos que la herramienta se consolide y que tengamos la información para analizar de manera pública muy pronto. Esta es una jugada maestra en contra de los abusos en el sistema, parafraseando al viejo adagio del fútbol “la tecnología es la mejor defensa”. 

martes, 3 de mayo de 2016

Profesores, doctorados y doctores

(El Mundo, Mayo 5 de 2016)

En las últimas semanas los profesores, los doctorados y los doctores han dado mucho de qué hablar. Empecemos por la famosa “humillación” del presidente de Ecopetrol a un profesor de la UIS. Aunque es cierto que la actitud fue displicente, lo que generó una cierta indignación en la gente, y un efecto mediático del estilo David y Goliat, con todo el mundo haciéndose del lado del “pobre” profesor ultrajado, la verdad es que la academia es así. Los que no están en ella y creen que las relaciones entre profesores están llenas de buenas maneras y de palabras cándidas están muy equivocados.

En la academia sobran las palabras duras y despectivas contra y entre los colegas. Y también sobran los silencios hipócritas. De hecho en la academia rige un mecanismo de revisión de artículos entre pares que es anónimo. Este mecanismo fue inventado con el ánimo de permitir que la confrontación de ideas sea directa y frontal, y para que las críticas no sean tomadas como personales sino como profesionales.

Con los egos tan inflados que existen, me atrevería a decir que la dureza y la prepotencia son parte integral de la academia. He sido testigo de discusiones sobre ideas y teorías, que han terminado en “madriadas” que harían parecer el escándalo en cuestión como una caricia.

En el mundo científico, dice una frase célebre, la ciencia avanza con cada funeral. Las teorías se dan palo todo el tiempo, y los profesores se enfrentan entre sí, hasta que finalmente alguna teoría acaba por sepultar a la otra. En fin, lo que presenciamos fue un debate de académicos para el que la televisión y en general el público no estaba preparado.

Y siguiendo con los escándalos académicos, la indignación respecto de los falsos doctorados de nuestros gobernantes elegidos popularmente es un poco ingenua. Sí la gente está indignada porque los políticos mienten, la verdad están descubriendo el agua tibia. Lo que sí sería demandable por ser un robo al erario es que hubieran usado un título falso para exigir una prima técnica adicional a su salario, pero no fue este el sentido de la noticia. A lo que sí debería ponérsele lupa es a la declaración de renta y a su riqueza, y a la de su círculo más cercano, allí es donde están las mentiras más grandes.

viernes, 22 de abril de 2016

Envejecer trabajando

(El Mundo, abril 21 de 2016)

En Colombia aun no es común que los medios de comunicación estén llenos de comerciales en donde se idealice la vejez como el momento de la vida para viajar, jugar y divertirse, gastando el dinero de la pensión o de los ahorros de toda una vida. Estos comerciales son usualmente pagados por las compañías que manejan productos pensionales para atraer clientes, pero en el camino terminan por crear falsas expectativas y romantizar una época de la vida que cada vez pinta mas como las anteriores.

La realidad del sistema pensional nuestro es una cobertura baja y una clara insuficiencia patrimonial para honrar la promesa de una pensión. Con la esperanza de vida de los colombianos creciendo año tras año, es indudable que la edad de retiro debe aumentarse a la par. Esto es políticamente muy difícil, pero la realidad siempre termina imponiéndose. Será tan alto el costo personal de pensionarse a la edad mínima actual (57 mujeres, 62 hombres) medido como la diferencia entre el ingreso de la pensión y los gastos, que la realidad terminara por retrasar unos años la decisión, o quizá nos lleve a esquemas de retiro parcial.

La pregunta central es si los colombianos tendremos el estado de salud para seguir trabajando en edades que superan la actual edad mínima de retiro. No existen estudios para Colombia. Pero si existen estudios para otros países. Las cosas lucen bien.

En Estados Unidos, los investigadores Coile, Milligan, y Wise estudiaron este fenómeno. Encontraron que el estado de salud de un hombre de 49 años de 1977 es equivalente al de un hombre de 55 años en 2010. Es decir una ganancia de 6 años. También encontraron que estas ganancias de salud están desproporcionadamente concentradas en las personas con mayor educación, lo que pondría a estas personas en una mejor posición para aprovechar estas oportunidades.

El mercado laboral, bien sabemos no es el mejor amigo del adulto mayor, especialmente si su grado de educación no es muy alto. Abundan historias de personas mayores que pierden su trabajo y luego no consiguen emplearse. Esta situación con una población adulta en mejor estado de salud es doblemente trágica. Es una perdida de productividad y una perdida de capital humano y social.

Es posible que la respuesta este en la nueva economía, aquella definida por las nuevas tecnologías de la información (Uber) con flexibilidad de horario y de otras condiciones. Lo cierto es que es tiempo de pensar en opciones de política para las futuras generaciones que envejecerán trabajando.

Incentivos que no incentivan

(El Mundo, 24 de Marzo de 2016)

Al momento de escribir esta columna, solo una vez en quince días se ha cumplido la meta de ahorro diario de energía eléctrica de 5%.  No parece descabellado afirmar que la política de incentivos craneada por el equipo de gobierno falló, y que por el contario al Presidente le va a tocar echarse para atrás si no quiere perder mas popularidad.

En lo que corresponde a los hogares, se diseño (a la carrera en mi parecer) un sistema de incentivos como sacado de un libro de texto de economía. Premio en dinero para el que ahorre y castigo en dinero para el que no ahorre. Hay varios problemas con este tipo de políticas. El primero y más importante es que los hogares no tienen el mismo sistema de información del gobierno, es decir, a los hogares no les llega a las 8 AM un informe de consumo de XM. Entonces para un hogar es difícil saber si los esfuerzos que esta haciendo son suficientes o no, y en ausencia de información individual pueden presentarse muchos comportamientos. Por ejemplo, unos hogares pueden asumir que otros están ahorrando lo suficiente y no ahorrar. Otros pueden pensar que su consumo de energía es ya mínimo y que no pueden recortar más. Otros, mas rebeldes, pensaran que son las industrias las grandes consumidoras y que son estas las que deben aportar.

El segundo problema es la velocidad con que el gobierno asume que la información llega a los hogares. Toda persona interesada en lo público consume medios como loco, pero se le olvida al gobierno que este país es apático políticamente y que su consumo de medios informativos es bajísimo.

El tercer problema es el diseño del castigo. Los hogares que vean un incremento en su factura de electricidad por cuenta de no ahorrar van a entrar en furia. El gobierno entonces tendrá que recular y por lo tanto perder credibilidad, o mantenerse firme y bajar en popularidad, arriesgando incluso que el día del voto por la paz se la cobren. En cualquiera de los dos escenarios el gobierno pierde.
Kenneth Arrow, premio Nobel de Economía decía que los Economistas aún no tenemos muy bien estudiados ni entendidos los incentivos. Creo que tiene mucha razón, y este es un buen ejemplo de ello.


Imponer incentivos es una contradicción en si misma, los incentivos deben ser voluntarios. De igual forma, dada la trascendencia del problema, promover una política de este estilo sin información empírica, es decir sin haber hecho un piloto antes es muy arriesgado, o es muy ingenuo. 
Definitivamente al gobierno Santos le sobran economistas y le faltan expertos en ciencias del comportamiento.  

domingo, 6 de marzo de 2016

Percibir y medir

(Publicado El Mundo, Marzo 10 de 2016)

Esta semana se conocieron las cifras de pobreza de 2015. De acuerdo con los medios el Presidente de la Republica afirmó que “Ya el 70 % de los colombianos o un poco más, están en lo que podríamos denominar la clase media”. Esto genero algún revuelo entre periodistas radiales y comentaristas. Quienes ponían en duda lo afirmado con base en su percepción.

Esta situación no es nueva, refleja un continuo choque entre percepción y medición, y que involucra usualmente a las estadísticas producidas por el DANE, qué es la entidad encargada oficialmente de medir los indicadores económicos y sociales en este país.

Atacar las cifras del DANE, es atacar la credibilidad de la misma institución.  Los que lo hacen desconocen que esta entidad trabaja con estándares internacionales, que aplica metodologías internacionales, y que mide de la misma forma que lo hacen los países desarrollados. También desconocen que el DANE es asesorado por agencias y expertos internacionales y que sus datos están bajo el escrutinio de muchos ojos y de muchos investigadores económicos y sociales, gracias a que cada vez es una entidad mas abierta a compartir la información de cada una de sus encuestas.

Esto no quiere decir que el DANE no tenga debilidades, si alguna critica le cabe es la obsolescencia de algunas de sus encuestas, por ejemplo el censo agropecuario que tenía 40 años de no hacerse. Pero ahí la culpa no es del DANE es del Congreso y de los Ministros de Hacienda que no le han dado la importancia que se merece y no le han destinado los recursos suficientes en el presupuesto nacional para fortalecerlo.

Volviendo a la cifra de pobreza, los conspiradores de oficio argumentaran que la cifra es política, y que tanto al gobierno como a las entidades multilaterales les conviene mostrar reducciones para mostrar el éxito de las políticas y fundamentar la necesidad de mas prestamos para seguir financiando los programas. Personalmente no creo en estas teorías de conspiración, y la carga de la prueba esta en ellos.

Es justo decir que la medición por líneas de pobreza es debatible y que esta puede ser muy baja, son $985,344 para una familia de 4 personas en zona no rural. Pero la medición por dimensiones de la pobreza es sin duda muy exigente, porque aplica un examen que es difícil de pasar. Se incluyen 15 indicadores sobre las condiciones educativas del hogar, las condiciones de la niñez y la juventud, la salud, el trabajo y el acceso a los servicios públicos domiciliarios y las condiciones de la vivienda. Se consideran pobres los hogares que no pasan 5 de estos criterios. Según el DANE sólo el 14.4% de los hogares en cabeceras no pasaron el examen.


El apetito por la medición y por la toma de decisiones basadas en datos y no en percepciones es uno de los factores de éxito de las empresas y de las sociedades desarrolladas. La percepción es pésima consejera, los sentidos nos engañan permanentemente, y solo vemos lo que queremos ver. Los datos son la solución.