domingo, 28 de noviembre de 2010

Gran Bretaña y la buena guerra

(El Mundo, Diciembre 2 2010)

Es verdad, existen buenas guerras, el mejor ejemplo es la guerra que tiene la Gran Bretaña contra la pobreza infantil. Un excelente recuento de los motivos, reformas y resultados de esta guerra acaba de ser publicado en el libro “Britain’s War on Poverty” (La guerra de la Gran Bretaña contra la pobreza) escrito por la investigadora Janet Waldfogel de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Columbia en Nueva York.

Primero los resultados. En 1999 cuando el Primer Ministro Tony Blair declaró la guerra y prometió una estrategia para eliminar la pobreza infantil en veinte años, 3.4 millones de niños (uno de cada cuatro) vivían en la pobreza. Ocho años después, 1.7 millones habían salido de la pobreza, de acuerdo con una medida de pobreza absoluta similar a la que se usa en Colombia. Esto es, una reducción del cincuenta por ciento en términos absolutos.

De acuerdo con Waldfogel, el principal motivador para “declarar la guerra” fue el alarmante número de niños en pobreza como consecuencia de otra alarmante tendencia: el incremento en el número de hogares con un solo padre (usualmente solo la madre). Pero las cifras, todos sabemos, no siempre son suficientes. Dos circunstancias más ayudaron a allanar el camino para declarar la guerra: consenso en la academia respecto a los efectos devastadores de la pobreza infantil en las oportunidades individuales futuras, y, la disponibilidad de estudios estadísticos rigurosos mostrando que programas bien diseñados producen resultados positivos concretos.

Adicionalmente, el grueso de la población apoyaba la noción de que algo necesitaba hacerse. De hecho la frase publicitaria (la frase de batalla podríamos decir) de la política es “trabajo para aquellos que pueden y seguridad para aquellos que no pueden”.

La estrategia antipobreza británica, de acuerdo con el libro de Waldfogel, se basa en tres componentes. El primero, la promoción de oportunidades de trabajo y capacitación para el trabajo para personas con capacidades pero sin conexiones con el mercado laboral. Junto a esta iniciativa el gobierno implementó una agresiva estrategia de incremento del salario mínimo y de rebaja de impuestos para los trabajadores más pobres y sus respectivos empleadores. El segundo componente es un conjunto de políticas orientadas a incrementar el ingreso de familias con niños en pobreza, incluso a través de subsidios directos. El tercer componente es una alta inversión en programas y servicios pre-escolares gratuitos y universales.

Estas líneas no hacen justicia al detallado recuento del libro. Lectura obligada para nuestro nuevo gobierno. Por supuesto una guerra así solo tiene eco en una sociedad que favorece el papel activo del estado en brindar bienestar social. Qué sociedad somos nosotros?

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Viene la Google economía

(La Patria, Nov 16 de 2010; El Mundo, Nov 17 de 2010)

Aun si usted no usa internet para buscar información, usted probablemente ha oído hablar de Google. Si usted usa internet, probablemente no le sorprenderá saber que Google es el buscador de información más usado en todo el mundo. Es esta característica, precisamente, la que seguramente le dará a Google un papel más predominante en el mundo de los indicadores económicos. No estamos muy lejos de que empiece la Google economía.

Lo primero que hay que notar es que Google tiene un Economista Jefe: se llama Hal Varian. Su nombre no es extraño para los economistas profesionales, de hecho es autor de una serie de libros de microeconomía muy utilizados en maestrías y doctorados en los ochenta y noventa. Bajo la dirección de este connotado economista, Google está produciendo información agregada que va a entrar a competir con los tradicionales indicadores económicos.

Hace ya un año, Varian y su colega Hyunyoung Choi, presentaron una nueva herramienta de Google llamada “Google Trends” (Tendencias Google). Esta herramienta provee reportes diarios y semanales del volumen de búsquedas relacionados con ciertos productos e industrias. Choi y Varian sugieren que estos volúmenes de búsquedas pueden estar bien correlacionados con el nivel de actividad económica presente y por ende ser útiles en predecir el comportamiento de indicadores económicos típicos que son revelados al público con meses de retraso.

Por ejemplo, los autores muestran que el volumen de búsquedas por un tipo particular de vehículo en las semanas de Junio está bien correlacionado con el nivel de ventas de este mismo vehículo en Junio. Si uno agrega esta búsqueda por todos los tipos de vehículos, uno podría acercarse a un indicador del comportamiento del sector vehículos. Así las cosas, “Google Trends” es una herramienta para predecir el presente, y anticiparse al reporte económico de Junio que tradicionalmente se publicaría en Octubre.

La segunda herramienta de la Google economía acaba de ser presentada el mes pasado en la conferencia anual de la Asociación de Economistas de Negocios en Denver Colorado. Varian presento allí el índice de precios Google, tal como el índice que sirve para medir la inflación, basado en las tendencias de precios de una canasta de bienes transados por internet. Según Varian el índice refleja una tendencia deflacionaria en USA, mientras que muestra una cierta tendencia inflacionaria en la Gran Bretaña. Dichas tendencias están bien correlacionadas con las medidas publicadas por las agencias estadísticas de ambos países.

El índice es limitado en la medida que solo refleja bienes que son transados en internet. Pero tiene, al igual que “Google Trends” la gran ventaja de producir información macro y microeconómica en tiempo real. Este es ni más ni menos el sueño dorado de cualquier economista que trabaje en el sector público y que esté diseñando política económica o industrial.

En la medida en la que más y más transacciones se trasladen del mundo físico al mundo virtual, este tipo de indicadores serán mejores. Las agencias estadísticas tendrán que alinearse con estas nuevas tendencias y quizá podremos medir mejor el pulso de la economía. Los Google economistas y la Google economía se avecinan.