martes, 20 de septiembre de 2016

Implementación y plata

(El Mundo, septiembre 22 de 2016)

Es muy sencillo, todos los acuerdos del acuerdo con las FARC necesitan dos cosas: capacidad de implementación y plata. Y de esas dos cosas el gobierno tiene más bien poco.

Al mejor estilo de las leyes colombianas, el acuerdo es un conjunto de promesas sin un juicioso cálculo de cuánto va a costar. En países serios, la política pública va acompañada de una apropiación presupuestal específica. Uno puede creer o no creer en los cálculos de los beneficios económicos de la paz. Personalmente he visto tantas proyecciones de crecimiento fallar que lo sensato es ser escéptico frente a los beneficios del crecimiento económico. Pero lo que sí es una realidad es que cada promesa escrita en el acuerdo vendrá con una factura que se la van a cobrar directamente al Ministerio de Hacienda. Y el Ministerio, cómo lo ha hecho siempre, cumplirá tarde o cumplirá parcialmente. 

No hay duda de qué lograr un acuerdo para que un grupo de personas dejen de cometer delitos es un logro que debe apoyarse. El voto por el si es una obviedad. Y siendo completamente cínicos es una forma elegantísima de someter a las FARC a la floja institucionalidad colombiana. Cada mes hay un paro en Colombia porque el gobierno incumplió una promesa. ¿Qué nos hace pensar que esta vez será diferente? Auguro que el primer paro de las FARC será en 2017.

Y el otro elemento, a veces fruto de la falta de plata, es la baja capacidad de implementación de la política pública que caracteriza este país. Todos sabemos que las leyes son muy bonitas en Colombia pero que no se cumplen o que se cumplen a medias. Los soñadores y los intelectuales creen que una vez un problema está solucionado intelectualmente, ya está resuelto, y la realidad siempre se encarga de recordarnos que es en los detalles de implementación donde fallan las grandes ideas. ¿Qué nos hace pensar que esta vez será diferente?. No hay ningún motivo para creer que las razones que llevan a este país a ser débil institucionalmente van a cambiar como por arte de magia por la firma de un acuerdo.

Si los acuerdos del acuerdo con las FARC funcionan al pie de la letra como lo dice el documento, entonces el mayor logro del acuerdo además de las muertes evitadas, será el fortalecimiento nunca antes visto de la institucionalidad colombiana para cumplir lo que promete. Veríamos por primera vez todo funcionando como debe ser, sin corrupción y al pie de la letra. ¿Será posible tanta belleza?

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