jueves, 1 de diciembre de 2016

Igualdad para el hombre

(El Mundo, Diciembre 1 de 2016)

La semana pasada se celebró el día internacional del hombre. Con mucha certeza me atrevería a decir que ningún hombre recibió un pequeño detalle.  En épocas en que tanto hablamos de la igualdad de genero, creo que nos estamos quedando con solo una parte de la historia.

Según el estereotipo latinoamericano (e incluso internacional) los hombres siguen siendo los cazadores de épocas ancestrales. Son formados para ser proveedores y el éxito de sus vidas se mide por la cantidad de provisiones que consigan. Es otra tradición de la época de las cavernas que la sociedad contemporánea no supera. No es descabellado decir que la proliferación de hogares destruidos y de hijos no deseados que explica tantos males del mundo actual, esta en buena parte asociado a este estereotipo inculcado desde la cuna.

La lucha de las mujeres por la igualdad de genero ha mostrado qué en un buen número de situaciones la balanza se inclina claramente a favor de los hombres, especialmente en temas del mercado laboral, o de uso de violencia física y psicológica. Bienvenidos esos datos, y toda medida para corregirlos.

Pero también hay situaciones donde la balanza podría estar inclinada en contra de los hombres, y esta también debería ser una preocupación de la sociedad. Algunos ejemplos: la mayoría de las muertes por violencia interpersonal son de hombres; en Colombia hay 4 suicidios masculinos por 1 femenino según Medicina Legal; y son mas los hombres habitantes de calle que las mujeres.

No se trata de contraponer las problemáticas de un genero como culpabilidad del otro genero, es decir, los males de los hombres como culpa de las mujeres, o viceversa. En esto coincido. De hecho es precisamente eso lo que debe evitarse, porque la igualdad de genero no puede convertirse en la lucha de genero.

Pero regresando a la motivación de esta columna, hay problemas sociales y conductas sociales que claramente están sobrecargadas en un genero o en otro, y en cada caso debería darse igual importancia en la discusión de política publica como un tema de genero.

Hace falta un movimiento “masculinista” que ayude a visualizar los problemas del genero masculino, a documentarlos y a exigir medidas de política pública de la misma manera que hoy se hace con los del genero femenino. Eso es verdadera igualdad de genero.

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