martes, 18 de octubre de 2016

Impuestos y ministros

(El Mundo, octubre 20 de 2016)

En estos días la reforma tributaria modelo 2016 empieza a robarse la atención de los colombianos. Lo cierto, corroborado por las cifras, es que muchos colombianos con capacidad de contribuir no lo están haciendo. Incluidos algunos ministros.

Hace quince días dedique esta columna a mostrar que las cifras de pobreza y de afiliación al régimen subsidiado no cuadran. En los datos a nivel departamental se ve que el comportamiento no es de una región del país, sino que es generalizado. Hay gente recibiendo un subsidio que tiene capacidad de pago. Lo que se sabe de la Reforma es que el espíritu es simplificar y aumentar el número de personas que contribuyen a las finanzas públicas. Ojala que esto suceda por el bien de este país.

El monotributo o impuesto a pequeños negocios es una gran idea, como se puede ver en las tablas que ya se han publicado, no llega al millón de pesos anual en negocios que tengan ingresos por debajo de 104 millones. El aporte no es significativo frente a esos ingresos, pero si formaliza todas estas actividades. Se sabe que también van a poner a tributar a organizaciones sin animo de lucro, muchas de las cuales son fachadas y lavaderos descarados de plata ilícita; a organizaciones religiosas, muchas de las cuales son negocios descarados; y al sector cooperativo.

En materia de impuestos los colombianos tenemos una bipolaridad. De un lado pedimos y exigimos el mejor sistema de salud del mundo, el mejor sistema de educación, la mejor infraestructura y todos los gremios y dignidades un montón de subsidios. De otro se nos olvida que eso vale plata y que hay que recaudarla. Creo que hace falta más educación en finanzas públicas y en tributación, para que la gente entienda la magnitud de los gastos y de los problemas fiscales del país. Las cifras podrían generar un poquito de consciencia.

Pero es que en esto ni los ministros colaboran. Un análisis muy juicioso del profesor Alvaro Pachón en su blog (http://alvaropachon.blogspot.com.co/2016/09/santos-ii-gobierno-transparente-o.html) concluye que hay una relación muy débil entre el nivel de ingresos de un ministro y su riqueza. Además el pago de impuestos en algunos de ellos no se compadece con sus ingresos. Por ejemplo, la Ministra de Trabajo reportó en 2014 ingresos por 963 millones y pagó un impuesto neto de 16 millones de pesos. Los otros ministros pagaron de manera mejor de acuerdo a sus ingresos.

Definitivamente no se trata de más impuestos, se trata de que más gente pague impuestos. Si todos ponemos todos ganamos.

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