viernes, 7 de mayo de 2010

El legado de 2010

(La Patria, Mayo 10 de 2010; El Mundo, Mayo 13 de 2010)
Es imposible no hablar de elecciones cuando es época de elecciones. En esta columna me gustaría referirme a los posibles legados que pueden dejar las elecciones de 2010 para futuros comicios. El primero es el rol de los académicos y la posibilidad que se abre para la clase media en política.

En 2010, ya lo sabemos, dos profes están co-liderando las encuestas de opinión. Estos dos individuos consiguieron carreras exitosas en la academia colombiana, mucho antes de empezar su vida pública. Más interesante aun es que sus títulos no están relacionados con leyes o con economía. Los profes son matemáticos.

Este hecho es de resaltar porque tradicionalmente la política ha sido un juego de delfines. El juego, todos los sabemos, estaba cerrado para los demás, porque implicaba enormes sumas de dinero, y gigantescas redes de compromisos. También, valga decirlo, implica enormes riesgos personales. Los profes sin embargo no nacieron en hogares con alta tradición política, y sin embargo han logrado canalizar recursos y personas a favor de su campaña.

Un segundo legado esta en el tono de algunas campañas. Nadie habría apostado un peso por una campaña sin cambios de vestuario para agradar a unos y a otros. Nadie habría apostado un peso por una campaña que trata a los electores con la sinceridad que merece un adulto: además de “prometo hacer X” o “prometo acabar con Y”, es necesario resaltar lo inevitable: no todo se puede hacer al mismo tiempo. Los recursos son limitados y al asignarlos, unas cosas tienen que sacrificarse por otras.

Un tercer legado es la mayor apertura de las campañas a presentar las fichas claves de sus equipos. Ya sabemos quienes pueden ser los futuros Ministros de Hacienda. Esperemos que en el futuro veamos quienes pueden ser los futuros ministros de otras áreas por anticipado. Muy interesante seria en futuras elecciones, tener no solo debates presidenciales, sino también debates ministeriales. Es decir, tener debates en los cuales los posibles ministros de los candidatos discuten las propuestas de política.

Un cuarto legado, es la muy interesante posibilidad de tener un vicepresidente-ministro. Si usted como muchos otros se pregunta, y con toda la razón, por cuales son las funciones del vice. La respuesta es mucho y nada. Un vice-ministro genera mayor credibilidad en una fórmula presidencial.

Las elecciones de 2010 están muy reñidas. Pero el legado de las mismas, no importando quien gane, puede perdurar y quizá cambiar la baraja, el tono, y los gabinetes ministeriales del futuro. Y esas son todas buenas noticias.

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